19.7.11
el manuscrito 512 (II)
El Manuscrito 512 fue entregado al Instituto Histórico y Geográfico Brasileño y fue utilizado como elemento de identidad nacional, para una nación recién independizada como lo era Brasil en 1839. Uno de los fundadores del Instituto, el canónigo Cunha Barbosa, publicó el manuscrito y lo asoció a la leyenda de las “Minas de Moribeca”. Fue tanto el barullo que causó el manuscrito, que se realizaron excursiones en busca de la ciudad perdida. El fracaso de las expediciones sugirió la posibilidad que la ciudad del Manuscrito 512 fuera una invención legendaria.
Para 1880, empezó a tomar forma la creencia de que el Manuscrito 512 hablaba, en forma simbólica, de las características de las formaciones rocosas de la Meseta Diamantina.
Otra tesis fue la del alemán Hermann Kruse y del historiador Pedro Calmon que asociaron el Manuscrito 512 con las expediciones de Guimarães, un bandeirante que recorrió la zona descripta en el documento, alrededor del año 1752. Sin embargo, la expedición de Guimarães duró sólo dos años y las muestras que trajo de las minas encontradas por él, fueron examinadas y se demostró que no tenían ningún valor.
Un personaje famoso, el célebre Richard Burton, uno de los traductores al inglés de las “Mil y Una Noches” y el “Kama Sutra”, recorrió la zona, como cónsul británico en Brasil. Su esposa Isabel tradujo al inglés, la primera versión en ese idioma del Manuscrito 512.
Pero la mejor de las historias relacionadas con la ciudad perdida del Manuscrito 512, está en manos de un investigador británico, el Coronel Percy H. Fawcett quien, a principios del siglo XX, emprendió un viaje en busca de la ciudad del Manuscrito 512 (la “ciudad de Raposo” según él) y de otra ciudad principal, la Ciudad Z, supuesta sede de una cultura prehistórica de raza blanca, los atlantes.
Fawcett sostenía que Z era una ciudad distinta a la del Manuscrito 512, pero admitía que existía la posibilidad de que fueran la misma. En 1921, Fawcett inició un viaje por Brasil, en busca de las ciudades, basándose en el testimonio del cónsul O’Sullivan Beare quien aseguraba haber visto una ciudad semejante a la del Manuscrito 512, cerca de Salvador. Otro elemento reforzaba su creencia de una civilización prehistórica de elevado grado cultural: una estatuilla con símbolos extraños que asoció a los atlantes largamente buscados.
El último dato que se tiene de Fawcett data de 1925, cuando embarca con su hijo y un amigo de éste, rumbo al río Xingú, en busca de la Ciudad de Raposo (la del Manuscrito). Nunca más se supo de él ni de sus acompañantes.
Esta última historia, la de un explorador que desaparece en busca de una ciudad mítica, parece el digno broche para esta historia de especulaciones milenarias, odisea aventurera. Nuestro recuerdo para el Coronel Fawcett y sus acompañantes. Rogamos que, finalmente, hayan encontrado la entrada a la legendaria ciudad del Manuscrito 512, aunque no pudieran regresar para comunicarlo.
FUENTES:
El artículo en Wikipedia en español:
http://es.wikipedia.org/wiki/Manuscrito_512
Un artículo de Debora Goldstein sobre el Manuscrito y Fawcett:
http://www.paleoastronautica.com/149_misterio_fawcett.html
Un artículo de Yuri Leveratto:
http://www.yurileveratto.com/articolo.php?Id=92
Escaneos del Manuscrito 512:
http://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Manuscrito_512?uselang=es
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