8.7.11

etcétera: la radicheta

Las personas muy carnívoras -como quien esto escribe- no dejamos de apreciar y degustar una buena ensalada de radichetas.

Toma su nombre del dialecto lombardo radiccetta, esta pequeña planta tiene origen europeo y se difundió por todos los continentes, es también conocida con los nombres de achicoria amarga, achicoria silvestre, diente de león (por sus hojas de forma puntiaguda) o lechuguita. Hay quienes se preguntarán cual es la diferencia entre la radicheta y la achicoria ya que muchas veces las confundimos: la primera es mas amarga -mi preferida-, la segunda, mas suave y dulzona.

Tiene un valor energético de solo 18 calorías cada 100 gramos.

El contenido de betacaroteno o vitamina A convierte a la radicheta en una verdura de consumo recomendado para la prevención de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y de cáncer. Asimismo resulta esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.

Es muy útil para combatir distintas afecciones, aunque les confieso algo: jamás intenté curarme alguna dolencia de esta forma… Para el trastorno de vesícula: una infusión de radicheta ayuda a estimular la secreción de la bilis y regularizar los trastornos de la vesícula. Se vierte 15 gramos de flores de radicheta en un litro de agua hervida. Se deja reposar durante 5 minutos, tapada, se filtra y se beben tres tazas diarias durante 5 días. Se espera una semana y se repite el proceso.

Dolencias del hígado: la radicheta posee propiedades hepatoprotectoras y colagogas, es decir ayuda a que nuestro hígado no esté enfermo. Se pican con un mortero de piedra 20 gramos de hojas frescas. Se realiza una infusión tomando tres o cuatro cucharadas al día durante 2 semanas.

Para la gota y el reumatismo: moliendo 50 gramos de raíces frescas y limpias, hasta obtener jugo. Se filtra y se beben 4 cucharadas diarias.

Contra la anemia: se utiliza una infusión en un litro de agua hervida en 30 gramos de partes frescas –raíces y hojas-. Se deja reposar y se toma una taza diaria durante 5 semanas.

Como depurativo: se toma una infusión, hirviendo 35 gramos de partes frescas o secas de radicheta en un litro de agua. Se deja reposar durante 15 minutos y se beben tres tazas diarias durante 20 días.

En la buena mesa de los países del Mediterráneo es apreciada la ensalada hecha ya sea sólo con la hojas de taraxacum (su nombre científico) o mezclada con otras verduras.

También los pétalos de las flores pueden contribuir a dar sabor y color a ensaladas mixtas. Las flores también se pueden preparar en pastel e incluso fritas (rehogadas). Los tiernos brotes basales se pueden consumir al natural o con aceite de oliva extravirgen o salteados en una sartén con ajo.

Ahora si, prepará para el fin de semana junto a una carne a las brasas, una buena ensalada de radichetas con abundante aceite, aceto balsámico y cebolla.

FUENTES:

http://todoplantas.blogspot.com/2010/04/radicheta.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Taraxacum_officinale


FERNANDO LAROCCA
fml-67@hotmail.com

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