13.7.17

el hombre araña ya tiene quien lo interprete


SPIDER-MAN: DE REGRESO A CASA
data: http://www.imdb.com/title/tt2250912

Tras varios intentos, nos da la sensación que Marvel pegó el pleno: el actor indicado con el tono debido. Este relanzamiento del Hombre Araña parece encontrar el camino no hallado en los intentos anteriores. El que más cerca estuvo de lograr éxito con el personaje fue Sam Raimi, con un toque más profundo, más oscuro del personaje. Pero tuvo la mala suerte de contar con Tobey Maguire que bajo la capucha del arácnido hizo lo posible para arruinarle cada escena. Andrew Garfield no desentonó en lo interpretativo pero la historia era poco novedosa. Ahora a Tom Holland no le queda grande el disfraz. Y el tono casi de comedia adolescente le viene de maravillas al personaje.

Seguramente los seguidores del cómic pondrán peros en la evolución que ha sufrido este personaje y las variaciones de la historia. Pero analizamos la película en sí, no su concordancia con el cómic que es otro formato y otra naturaleza. No somos puristas: simplemente vemos si la película funciona o no para el espectador promedio.



El primer acierto del guion del director Jon Watts (en coautoría a varias manos) es el tono de la historia. Lo que cuenta “Spider-man: De regreso a casa”, no es la lucha titánica contra un villano sino la epopeya cotidiana de un adolescente para establecer su identidad. Al comienzo de la historia, Peter Parker tiene a Tony Stark como modelo paterno. Busca ser él. Y el traje (el traje que le diseñó Tony Stark) es el símbolo de esa idolatría. En ese comienzo, Parker es el traje. Lo que puede hacer en la vida, depende de las posibilidades tecnológicas del traje del Hombre Araña.

Hay un punto de inflexión en el filme que concuerda con una frase de Tony Stark: “Si no eres nada sin el traje, entonces no deberías tenerlo”. Peter Parker define su naturaleza, su carácter. Si es el Hombre Araña lo será prescindiendo de la sofisticación tecnológica de las Industrias Stark. Ése es el desafío auténtico de Parker, no la lucha contra el Buitre. Porque no hay épica más grande que convertirse en lo que uno debe ser.



En paralelo está la historia del Buitre, un villano nacido de la grieta que atormenta a Estados Unidos en estos días. Adrian Toomes es un padre de familia, pequeño empresario que es llevado al borde de la quiebra por la prepotencia de los burócratas del Gobierno. Y ante la perspectiva de hundirse y hundir a su familia, Toomes se convierte en un traficante de armas con tecnología alienígena. Su motivación dramática está resumida en una frase: “Los ricos y los poderosos como Stark, no se preocupan por nosotros. Tenemos que recoger las migajas, comer sus restos de la mesa”. Ecos de la desigualdad de la sociedad estadounidense y el rencor que generó en el trabajador medio, el colapso del sueño americano.

Hay una vuelta dramática y sorpresiva más que enfrenta al Buitre y al Hombre Araña en un asunto de familia. Ese giro sorpresivo también señala el crecimiento de Peter Parker: definirá cuál es su ética, si es capaz de hacer lo que debe hacerse, aunque gente amada sufra las consecuencias.



El filme cae en brazos de la comedia estudiantil sin ponerse colorado. Los diálogos entre Robert Downey Jr. y Tom Holland tienen la pimienta del contrapunto elegante. Personajes secundarios aportan gags: Ned, Happy Hogan, la tía May, Michelle, tienen sus momentos. Y todo funciona en conjunto.

“Spider-man: De regreso a casa” es lo suficientemente sólida para prometer más capítulos y mayor interrelación con la saga de los Vengadores. Da la impresión que Tom Holland llegó para quedarse con la capucha del arácnido.

Mañana, las mejores frases.

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