el cine y su música
(c) Jorge L. Viera
Misión: Imposible III.
Varese Sarabande 302 066 733 2.
En esta tercera entrega, inspirada otra vez en la popular serie realizada entre 1966 y 1973, Tom Cruise (protagonista y responsable absoluto de la saga cinematográfica) optó por J.J. Abrams, un director sin experiencia en la pantalla grande, pero con muy sólidos antecedentes por su trabajo en series televisivas como "Alias" y "Lost". Esta vez, la arriesgada apuesta del actor-productor resultó un gran acierto.
Sin los antecedentes de Brian DePalma (director del film de 1996) o de John Woo (realizador de la segunda, en 2000), Abrams demostró un notable dominio del suspense en las escenas de acción. Y, si bien, la trama se resiente un poco en los escasos momentos románticos, en este tipo de producciones -se sabe- interesan bastante más la espectacularidad, el ingenio y la tensión dramática que dominan casi por completo las dos horas de metraje. En este sentido, "Mission: Impossible III" es adrenalina pura, un festival de rescates, escapes, tiroteos, saltos, explosiones, persecuciones terrestres y aéreas, múltiples vueltas de tuerca y traiciones cruzadas en medio de una conspiración en la que van surgiendo enemigos externos e internos.
En su primer largometraje, el creador de "Alias" incluyó -solidariamente- a un antiguo colaborador suyo, el compositor Michael Giacchino. Si pensamos que de algún modo "Alias", es casi una versión femenina de "Mission: Impossible" no es una sorpresa que la música del compositor de Los Increíbles (The Incredibles. 2005) provea el clima de los temas originales de Lalo Schifrin además de sumar los buenos oficios que Giacchino ya había acreditado en la serie que protagonizara Jennifer Garner. Lo cierto es que su elección encaja perfectamente con el espíritu de "Mission: Impossible", una película que no esconde referencias tanto a los superhéroes de los cómics como a la acción de cierto cine de espías en los años 60 y 70.
El score, editado por Varese Sarabande, comienza y termina con un tratamiento del tema original de Lalo Schifrin en excelentes versiones; para éste, el arreglo de Giacchino incluye una pizca de bienvenida oscuridad al contrario de las versiones escuchadas en las otras películas. El tema, además, puede escucharse durante el score, utilizado de diversas y creativas maneras.
La película arranca con una escena de extrema crudeza y violencia (que se reiterará resignificada promediando el film) para, luego de los títulos iniciales, retrotraer la historia a un idílico momento: el agente secreto Ethan Hunt (Cruise) celebra en una fiesta hogareña su compromiso con Julia (Michelle Monaghan), una enfermera inocente que desconoce su doble vida. Esa misma noche, Hunt deberá partir hacia una nueva misión: Viajar a Berlín a concretar la primera de las varias tareas que se sucederán en distintos puntos del planeta (desde el Vaticano hasta Shanghai).
"Factory Rescue", segundo tema del CD comienza con una versión del tema de Schifrin para la serie original llamado "The Plot" (también utilizado en su momento por Danny Elfman en el primer film), pero Giacchino lo toma para construir a partir de él su propio motivo para el film, éste, que podríamos llamar el "Tema de MI Force", es una fanfarria más que nada respetuosa del estilo del compositor argentino.
Así, los primeros diez minutos en el CD están plenos de extrema tensión de modo tal que, al llegar al tema "Special Agent Lindsey Farris", el oyente siente que indudablemente necesita una pausa. Giacchino sabiamente la ubica en el tema "Ethan and Julia", que no volveremos a escuchar hasta "Reparations", una suave melodía en piano que nos recuerda a algún momento de su Banda Sonora -ganadora de un premio Emmy- para la serie "Lost". Estos son los dos únicos temas tranquilos entre toda la acción trepidante.
Lo que sigue en el film no difiere demasiado de las dos anteriores entregas de la saga ni de cualquier otra aventura de un espía famoso como James Bond o Jason Bourne: hay sofisticados planes de vigilancia, la aplicación en toda su dimensión de las nuevas tecnologías, un villano de fuste (el gran Philip Seymour Hoffman, ganador del Oscar por "Capote") y un protagonista muy carismático que, cada vez más, adquiere condiciones y enfrenta dilemas morales más propios de un superhéroe de historieta ante la imposibilidad de llevar una vida mundana.
Pero volvamos a la música. "Helluvacopter Chase", consigue un ritmo progresivo, sin descanso, para que, al final, todo se acumule en un estallido de furia de parte de la orquesta. "Special Agent Lindsey Farris", que ya hemos mencionado, muestra elementos emocionales similares a los que escuchamos en el anterior trabajo de Giacchino para "Lost", aunque luego termine siendo disonante y oscuro, acorde al film que está acompañando.
"Ethan and Julia" es el tema de amor de la película. Jugado a través de unos acordes en el piano, como el tema anterior, Lindsey Farris, termina con un algún sesgo de oscuridad. "Humpty Dumpty Sat on a Wall" corresponde a la secuencia del Vaticano; el piano y la percusión juegan con pequeñas indirectas al tema original de M:I, el cual se va construyendo lentamente, hasta llegar a una explosión. En la progresión que sigue, el compositor jugará un excelente contrapunto con éste y su propio tema para el film. See You in the Sewer es un tema interesante porque comienza con una percusión fuera de la rítmica propuesta originalmente por Schifrin, para convertirse paulatinamente en su tema. En tanto en Davian's Brought In la orquesta disonante adquiere otra dimensión, mientras un ritmo constante construye una distinta intensidad dramática. Luego de unos magníficos acordes termina con los vientos sugiriendo una melodía siniestra asociada con Davian, el villano.
Bridge Battle, Davian gets the girl, IMF Escape, Disguise the limit, Shang Way, High The Chutist, Hunting for Jules y World's Worst Last 4 Minutes to Live son música para una acción sin pausas que denotan entre su propia impronta que el compositor trabaja sobre las pautas marcadas por Schifrin al crear el original.
Schifrin & Variations no aparece en la película, ya que es en realidad el demo que Giacchino presentará en Noviembre de 2005, un gran comienzo para la elaboración de esta banda sonora y un mérito para el equipo del sello discográfico, quienes la incluyeron en la edición de este álbum.
J. J. Abrams ha construído un thriller que pierde cuando busca una credibilidad y una lógica muy difíciles de conseguir en medio de una trama de este tipo, pero que se eleva bastante por encima de la media del mainstream de Hollywood cuando se concentra en lo esencial: la acción.
Entretanto, el score que ha compuesto Giacchino asimila las influencias de los lejanos sesentas para crear una partitura que, no obstante, funciona por sí misma. El sonido de los sesenta se ha convertido en un elemento a parodiar en el cine reciente, pero Michael no se queda ahí, sino que organiza una banda sonora respetuosa para con aquel sonido y al mismo tiempo lo suficientemente fresca como para ser disfrutada sin necesidad de conocer a los referentes que maneja el compositor.
Con este trabajo Michael Giacchino asegura su ingreso al olimpo de los grandes. En buena hora, una razón más (por si faltaran) que hacen que este álbum, termine siendo tan irreprochable como irresistible.
Para quienes disfrutamos y admiramos la buena música de cine eludirlo será verdaderamente... imposible.
Ésta nota puede consultarse en: http://elcineysumusica.blogspot.com
2.6.06
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