19.7.06

primer gol de los mundiales

 La foto aérea de 1929 y el mapa actual, superpuestos: en círculo rojo, el arco del gol

MONTEVIDEO.-Un sorteo entre dos aprendices de periodistas fue lo que determinó que Raúl Barbero fuera el 13 de julio de 1930 a "El Field de los Pocitos", la vieja cancha de Peñarol, hoy desaparecida, donde se produjo hace 76 años el primer gol de los mundiales de fútbol. "No me acuerdo bien del gol", dijo ayer Barbero, mientras miraba la única fotografía que se conserva de aquel puntapié histórico del francés Lucien Laurent. Pero durante el acto de ayer de presentación de una investigación histórica sobre aquel gol, Barbero sí dijo que recordaba cómo la selección francesa había salido de aquel estadio, cantando La Marsellesa tras ganarle por 4 a 1 al combinado de México. Barbero fue un testigo privilegiado de aquel partido y ayer estuvo en el Museo del Fútbol, ubicado en el Estadio Centenario de Montevideo, cuando el arquitecto Enrique Benech expuso el resultado de una paciente investigación mediante la combinación de fotos aéreas y otras a nivel de tierra, para establecer donde estaba cada rincón de la histórica cancha.

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El arquitecto Benech presentó una serie de fotos que le permitieron superponer el diseño de aquella cancha en un plano actual de Montevideo. Y fue ayer que muchos vecinos de Pocitos se enteraron de que viven sobre memoria futbolera, porque donde estuvo la cancha, hoy hay casas y edificios. Benech logró que una familia autorice a excavar en su predio, en busca de restos del palco que quedaron enterrados. El arquitecto le contó a LA NACION que una de las pistas las obtuvo de un matrimonio que tuvo dificultades para enterrar a un perro de mascota que había fallecido y quería dejar en el fondo de su casa. Al levantar tierra encontraron parte de la estructura del Estadio aurinegro.

Benech explicó ayer el origen de la cancha: dijo que hasta 1906 los tranvías eran tirados por caballos y las estaciones terminales de trenes tenían un campo a su lado para que los caballos descansaran y pastaran en el lugar. La estación de Pocitos precisaba ese descampado, pero cuando los tranvías pasaron a ser eléctricos, el predio perdió sentido y fue ofrecido a Peñarol para construir su estadio, en el entorno de lo que hoy es un tradicional cruce montevideano: Rivera y Soca. La construcción de casas se devoró en los años cuarenta la cancha que acogió el primer gol mundialista. La foto del gol permitió a Benech encontrar la última clave para determinar el lugar del arco: allí aparece un jugador que fue sustituido para el segundo tiempo y se ven detalles del palco que permite establecer el punto exacto del primero de los gritos mundiales.

NELSÓN FERNÁNDEZ
"El primer gol mundialista no tiene misterios de ubicación"

(la nación, 14.07.06)

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