12.1.08
náufrago en Nueva York
SOY LEYENDA
Tantas historias de muertos vivos y mutantes que toman una ciudad, pueden desmerecer el mérito de este clásico de la ciencia ficción, autoría del prócer Richard Matheson. Pero vale recordar que la novela en la que se basa este film con Will Smith como protagonista, data de 1954, y se dice que su lectura fue lo que decidió a Stephen King a convertirse en un novelista. Había que estar a la altura de ese clásico y, por largos momentos, el filme de Francis Lawrence (“Constantine”) logra acercarnos a esa angustia existencial del último individuo de la especie. Lamentablemente, el final (se aparta del original) es una abdicación a favor del cine pochoclo, mancando el producto. No obstante, nos regala un puñado de escenas inolvidables y una actuación consagratoria (la de la perra Samantha… ¡y no es un juego de palabras!).
La maleza brota en la ciudad de Nueva York, los puentes están dinamitados, la chatarra se acumula en las calles y los venados corren por Madison Square. ¿Qué ha pasado en Nueva York? Una pista de lo sucedido lo da el fragmento del noticioso con el que empieza el filme, con la entrevista a la Dra. Krippin (un cameo de Emma Thompson) que ha descubierto una cura para el cáncer, manipulando genéticamente un virus. Sólo tres años después, Robert Neville completa su rutina diaria, acompañado de su perra Sam, una ovejera alemán: busca comidas, prepara trampas, emite su mensaje en todas las frecuencias de AM y al mediodía espera, en un punto de la ciudad de Nueva York, por si hay algún humano que quiera contactarlo.
Y a la noche, se cierra con puertas con doble seguridad, tapia las ventanas y se mete en la bañadera, abrazado a su perro, con un arma a mano. Mientras los aullidos de la noche, atraviesan los postigos y estremecen sus sueños.
Neville busca una cura para la mutación que esa manipulación genética ha provocado en los seres humanos: vampirismo. Vampiros de exacerbada agresividad que deambulan en la noche y se comen a los pocos “normales” que aún quedan.
La transposición cinematográfica de Francis Lawrence acierta en el diseño de arte, en la sensación de soledad, en el abandono de lugares conocidos, en el horror acechando a metros de una avenida solitaria. Es el mejor acierto del filme. Y la actuación muy buena de Will Smith que, luego de “Yo Robot”, le está buscando otro perfil a su carrera. Cuando Smith se desprende del estereotipo del astro de Hollywood banana afroamericano, demuestra su talento. La escena de la muerte de Sam es un ejemplo; la persecución en busca de Sam por los corredores oscuros del estacionamiento, otro.
Y vale una mención para las dos ovejeras alemanas (sí, son dos perras, que le vamos a hacer,Abby y Kona) que coprotagonizan el filme con Will Smith porque desde la pelota Spaulding que interactúa con Tom Hanks en “Náufrago” no vimos un partenaire que, sin hablar, fuera tan fundamental para mantener la tensión dramática del filme.
Lamentablemente, la película se desbarranca en los últimos diez minutos, por la necesidad de contar con un final feliz. El original de Richard Matheson (no lo leí, aclaro) tenía un final monumental: Neville se da cuenta que es el último de su especie y que el futuro le pertenece a los vampiros. Acá, la introducción del personaje de Anna (Alice Braga, la sobrina de Sonia Braga), abre un desenlace conformista que arruina todo lo bueno hecho hasta ahí. Creemos (repetimos, sin leer el original) que de haber tomado el final de Matheson, hoy estaríamos hablando del estreno de un clásico.
Una mención para el sonido, que está usado con un sentido dramático. Hay escenas de explosiones, gritos y chirridos que aturden, seguidas de otras de silencio absoluto. El personaje cae en bloqueos donde pierde la audición. Hay una frase de un personaje que sirve como clave, cuando Anna le dice que debería escuchar lo que Dios dice, que hay suficiente silencio para entenderlo.
Un guiño cinéfilo: cuando Neville se para en Madison Square, se ven los anuncios de filmes “viejos” para la época en la que transcurre la acción (2015), pero que auguran próximos estrenos de Hollywood, entre ellos el logo de Superman sobre las alas de murciélago de Batman, en una fusión de personajes que se está barajando en los estudios, aún sin fecha, pero en carpeta.
Escenas destacables: las primeras imágenes de Neville por la Nueva York abandonada; la primera “noche” que vemos de esa ciudad, con Neville atrancando las puertas; la persecución a Sam por el estacionamiento; la prueba de la vacuna sobre el vampiro (vampira pudorosa: se dejó la tricota puesta para no mostrar una teta; eso sí, si te agarra, te morfa crudo); la muerte de Sam.
Frases:
-Dra. Krippin, explíqueme su trabajo.
-La base es muy simple... Tomar algo diseñado por la naturaleza y reprogramarlo para hacerlo trabajar con el cuerpo y no en contra. Podemos decir que si fuese una autopista y suponemos que el virus es un coche muy veloz, conducido por una persona muy mala, imagine el daño que ese coche podría causar... Pero si reemplazamos ese hombre malo por un policía, las cosas cambian...
-¿Cuántas personas han tratado hasta ahora?
-Tenemos 10.009 humanos tratados clínicamente.
-¿Y cuantos se han curado del cáncer?
-10.009
-Así que efectivamente curó el cáncer.
-Si, así es. Lo hicimos.
Soy un superviviente viviendo en New York... Transmito en todas las frecuencias de AM... Estaré en el puerto sur todos los días al mediodía, cuando el sol esté más alto en el cielo.. Si estás ahí fuera, cualquiera que esté ahí, puedo proveer comida... puedo proveer refugio... puedo proveer seguridad... si hay alguien afuera... Quien sea... Por favor... No están solos...
El Virus Krippin es… elegante. Estoy pescando en la oscuridad.
Si planeas hacer una fiesta, sólo dímelo… ahora, ¿okey? Porque sabes que no me gustan las sorpresas. Y te juró que me haré el sorprendido….
¡Hey! ¡Hey! ¿Qué carajo estás haciendo acá, Fred?
Te tengo… No te preocupes por nada… cada pequeña cosa saldrá bien… Sam…
Ethan, deja el cuchillo.
Yo sólo… estaba reservando el tocino. Lo estaba reservando...
¿Ya no eres bueno con las personas verdad?
(Bob Marley) tenía estas ideas más propias de un virólogo… Creía que podías curar el rasismo y el odio… literalmente curarlo inyectando música y amor en la vida de las personas. Y cuando tenía programada una presentación en un rally por la paz, unos tipos entraron a su casa y le dispararon. Dos días después volvió al escenario y cantó. Alguien le preguntó por qué y dijo: “las personas que tratan de empeorar este mundo, no se toman un día de descanso. ¿Cómo podría hacerlo yo?”. Hay que iluminar la oscuridad.
Todo está callado ya, sólo tienes que escucharlo. Si escuchamos, podemos oír el plan de Dios.
-¿Qué haces?
-Estoy escuchando
CONSEJO: para fanáticos del cine de ciencia ficción. Se puede esperar al DVD.
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