27.8.08

marcos lópez, fotógrafo

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Uno de los más peculiares artistas argntinos, el santafecino Marcos López, fotógrafo, creador de imágenes del subrrealismo (sic) criollo. Ha logrado lo que sólo los auténticos artistas consiguen: que uno vea una imagen suya y la reconozca sin necesidad de chequear el cartelito al costado. En el Festival de la Luz en el Centro Cultural Recoleta hay un par de fotos suyas en exposición (en la sección “sutil violento”). Como homenaje, “Libreta Chatarra” arma un post-exhibición collage de imágenes y textos suyos. Al pie, un puñadito de enlaces para conseguir más Marcos López en la red.

Uno negocia. Pero el miedo y la culpa se incrementan. Aparecen materializados en sensaciones corporales: un gusto ácido en la garganta, como a bilis, que a veces baja y se instala en un ardor en el estómago, a veces se transforma en una molestia punzante en el pecho. Las escenas de persecuciones son una constante en los sueños. Todos los sueños son pesadillas. No está claro a quién se traiciona, pero uno está seguro de ser un traidor. No lo leí, pero me parece que Crimen y Castigo tiene que ver con esto.
“Pacto de silencio” (2006)

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El secreto es estar alerta cuando se presenta un encuentro.
“Pacto de silencio” (2006)

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Yo creo que a esta altura del partido, después de todo lo que pasó en el mundo en estos últimos años, no es necesario hacer doscientas fotos en el oeste americano como hizo Richard Avedon para decir lo que hay que decir. Con hacer algunos pocos retratos, bien hechos, que hablen de dos o tres sentimientos básicos, centrales, alcanza. Lo demás se repite y se corre el riesgo de aburrir.
“Pacto de silencio” (2006)

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Entonces, en ese ir y venir entre la nada y el kiosco de la esquina, un domingo a la tarde, medio atontado de tanta siesta y programas de preguntas y respuestas por la televisión, apareció por suerte la fotografía. Me agarré a la cámara como huérfano a la pollera de una monja. No la solté más.
“Prólogo definitivo re-edición B y N” (2005)

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Hace muchos años que no piso un laboratorio. Desde que comencé a tomar fotos en colores no pude volver más al blanco y negro. Imagino puestas en escena, hago retratos, ciertas cosas se repiten, pero desde entonces sólo puedo concebir situaciones en color.
“Prólogo definitivo re-edición B y N” (2005)



Que desde siempre uno sabe lo que tiene para decir. De quién vengarse. De qué quejarse. Quién es el destinatario de la ofrenda. A quién va dirigida la plegaria. Contrario a lo que se dice, uno nace sabiendo.
“Prólogo definitivo re-edición B y N” (2005)

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Recién después de todo esto, puedo entender la figura de que enfermo y enfermero son la misma persona. Purificar mi sangre con la tuya. Que mi sangre enferma cure tu alma insana. Ser el rio. La jangada. La piragua de Guillermo Cubillos. El moribundo de Horacio Quiroga delirando, tirado en el piso de su canoa, a la deriva por el alto Paraná.

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Encontrar la sanación en mi propia ternura. Tapar a los niños en la madrugada. Llevarlos a la escuela. Dedicar tiempo a comprarles regalos en los viajes. Jugar a conversar con los fantasmas buenos de la noche. Enseñarles la técnica y la estrategia para ver a los duendes del bosque.

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¿Qué más puedo decir que no esté dicho con las fotos?
“El jangadero” (2005)

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Cuenta mi amigo Roberto Fernández que su madre, que desde siempre vivió en Villa Fiorito, a las afueras de Buenos Aires, el mismo barrio donde nació y creció Maradona, clasifica las películas en dos grandes grupos: "las de entender" y las normales, que supongo que son las que tienen un desarrollo lineal. Pueden gustarte más o menos, pero cuentan una historia, entretienen y dejan -a veces- algún mensaje. Me apropio de la definición: no me gusta hacer fotos "de entender".
“El otro soy yo” (2003)

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En Suramérica y en el Caribe uno puede hacer lo que le de la gana: a la sirenita de Copenaghe la transformé en un sirena del Río de la Plata y La última cena la hice al mediodía, comiendo un asado con amigos. Y para terminar, donde me doy por satisfecho, donde me doy cuenta de que una obra tiene magnetismo, es cuando los muchachos del laboratorio, que están acostumbrados a enrollar metros y metros de fotos, se detienen ante alguna de mis imágenes y deslizan un comentario cómplice. Una delicada forma de elogio: "Qué bueno está el sirena maestro, ¿donde lo pescó?" Lo que sigue, si es para bien, que venga. La copa extra del happy hours.
“El otro soy yo” (2003)

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Los violines de la chacarera santiagueña suenan siempre un poco desafinados.
A propósito.
Para que la música suene bien en el volumen saturado de las radios de los camioneros, en las radios con poca pila de los ranchos del monte, en los bailes de clubes cancha de basquet-tinglado de zinc.
Para darle una textura acorde al calor salvaje de las siestas, a los manteles pegoteados de los bares de ruta vino tinto-ginebra-caña Legui.
A los zapatos viejos, ajados y relustrados de las maestras que ganan dos pesos y esperan el colectivo en la puerta de esos mismos bares.
A sus medias de nylon-hebillas-pulseras que hacen juego.
Suenan un poco desafinados por que sí.
Para convocar a las iguanas y a los duendes.
Porque las cuerdas son baratas.
Por no saber tocar mejor.
Por tener vagancia de afinar si total para que.
Para que la la música se impregne del resentimiento y el orgullo que conviven en el mestizaje.
Para acompañar a los borrachos que cantan a destiempo.
Para ser coherentes con el desaliño de la periferia.
Para mostrar la hilacha.
Para matizar con un poco de humor tantas ausencias y tanto dolor.
“Chacarero” (2000)

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Sub - realismo criollo es igual a surrealismo autodidacta, igual a usar la palabra expresionismo en el sentido de la necesidad de expresar fuertemente algo.
“Sub-realismo criollo” (2000)

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Pero la patria y los recuerdos duelen. ¿Será que el recurso del chiste, de las máscaras, del colorinche, es sólo una estrategia para tomar distancia, para no hablar en serio, para evitar sentir la intensidad del contacto directo, cuerpo a cuerpo y corazón a corazón?
“La Argentina Pop” (2000)

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Dice Don Atahualpa en una de sus mas célebres estrofas:
"Porque no engraso los ejes me dicen abandonao’
si a mi me gustan que suenen,
pa’ que los voy a engrasar"

Esta muy claro: A+B=C

Le gusta que suenen. El carrero toma una decisión que sobrepasa el hecho estético y se convierte en un modo de vida.
“Milonga pampeana” (1999)

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El recuerdo es de miedo.

La fiesta como siempre se tiñe de amargura.
“Introducción al Manifiesto de Caracas (Serie Pop Latino)” (1998)

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Es gracioso, pero hoy casualmente, fuimos a un acto del 12 de octubre en la escuela de los niños, el día del “descubrimiento de América” que antes se llamaba “El día de la raza”, y estaban unos disfrazados de indios –supuestamente latinoamericanos- pero se habían puesto una pluma tipo comanche, o piel roja, o sioux, y luego vinieron otros que eran los españoles con unos palos de escoba y unas banderas y no quedó muy claro si los raptaban, o los mataban, o bailaban juntos… En el discurso inaugural, después del himno nacional, la maestra dijo con cara muy compungida, muy solemne, al presentar el acto: “Porque lo importante es la memoria…” y luego hizo un silencio. Y dio por entendido que todos sabíamos de qué se hablaba.
“Entrevista de Alejandro Castellote, Madrid” (2006)

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Cuando me pongo a pensar (aunque a lo mejor las mejores fotos salen cuando no pienso), digo: "Quiero hacer una fotografía argentina". No sé si estoy orgulloso de ser argentino, pero soy. Hay texturas emocionales que uno siempre lleva consigo.
“Reportaje de Gabriela Esquivada, revista 'Hojas del Rojas'” (2001)

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Si yo pudiera decirle a un amigo que lo quiero mucho, o a una chica que no puedo vivir sin ella... Si eso me saliera más fácil, no tendría que estar haciendo estas cosas que hago. Soy una persona trabada que, gracias a Dios, se destraba con la mascarada... Pero me gustaría ser menos irónico, encontrar otra manera de reflexionar sobre este mundo tan descarrilado...
“Reportaje de Gabriela Esquivada, revista 'Hojas del Rojas'” (2001)

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Cuando tengo sueños en los que me secuestran o meten preso, mi homeópata -siempre me gusta citar a un profesional de la salud- me dice: "Marcos, tranquilo, que vos te castigás solo".
“Reportaje de Gabriela Esquivada, revista 'Hojas del Rojas'” (2001)

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Pienso en otros artistas, como Mapplethorpe o como Francis Coppola, que dijo "Tiremos napalm en la selva"... Pero, gracias a Dios, debo tener una brecha de valentía y hago la imagen. No dejo que los fantasmas se apoderen de mí.
“Reportaje de Gabriela Esquivada, revista 'Hojas del Rojas'” (2001)

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Cada foto contiene una historia encerrada, no hay que desarrollarla. A veces pienso en la suerte que tienen los cineastas, en esos días en que quiero ser otro... Pero me digo: "No, Marcos. Vos sos fotógrafo. Hacé tus cosas".
“Reportaje de Gabriela Esquivada, revista 'Hojas del Rojas'” (2001)

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FUENTES:

El site oficial de Marcos López:
http://www.marcoslopez.com

Reportaje en la revista “Noticias”:
http://www.noticias.uol.com.ar/edicion_1515/nota_04.htm

Una nota en “Radar” de Marcos eligiendo su foto preferida:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-1857-2004-11-28.html

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

ME hiciste conocer a Marcos López. Mucas gracias!

Anónimo dijo...

Buenisimo el post, con las fotos complemetadas con frases del autor. Gracias!