2.2.09
frases de “El sustituto”
-Regla número uno, ¿te acuerdas? Nunca comenzar una pelea...
- …siempre terminarla.
Quiero reportar un niño desaparecido.
-Lo siento, pero no podemos hacer nada hasta después de 24 horas.
-¿Qué?
-Mire, 99% de los niños aparecen por la mañana. No tenemos recursos para perseguir cada niño que desaparece.
En la radio y la prensa informaron que la Policía de Los Angeles está haciendo todos sus esfuerzos para reunir a madre e hijo. Y creo que eso es verdad. Pero como se trata de la más violenta, corrupta e incompetente policía de este lado de las Rocallosas, no es seguro que eso sea suficiente.
¡Mujeres!
- Él no es mi hijo.
-¿Qué? ¿Qué está diciendo?
-Que no es mi hijo.
-Está equivocada.
-Soy capaz de reconocer a mi propio hijo.
-Lo que puedo decir es que usted está alterada y él cambió.
¿Por qué está haciendo esto? Usted puede perfectamente cuidar del niño. Su salario es bueno, no sé por qué elude la responsabilidad de madre.
Eres sólo un niño y no creo que sepas lo que estás haciendo. Y no es tu culpa. Pero yo necesito de él, ¿entiendes? Es mi hijo, mi vida. Él es todo lo que tengo. No me importa lo que la policía piense. No me importa lo que el mundo piense. Tú y yo sabemos la verdad, ¿no? Ambos sabemos que tú no eres Walter.
¿Por que el Departamento de Policía quería encubrir un crimen? No. El Departamento de Policía quería eliminar la competencia.
¿Sabe cuál es su problema, Sra. Collins? Rehuye su responsabilidad de madre. Le gusta ser una mujer libre, ¿no? Sin preocuparse por su hijo. Puede ir dónde quiera, hacer lo que quiera, ver a quién quiera. Pero, entonces, encontramos a su hijo, lo trajimos de vuelta y eso no le conviene. Y esa es la razón para rechazar ese niño…
Debería comer. Comer es lo normal. Hace que todo mundo piense que eres normal. Es la única opción que tienes.
Si ríes mucho, das la ilusión de una histérica. Si no ríes, eres depresiva.
-La gente no cambia.
-¿No cree que las personas cambien?
-No de esa manera...
-¡Shhh! La policía no la persiguió.
-No, ellos no…
-La policía está aquí para protegerla.
-Sí.
-¿Verdad?
-Sí.
Maté a algunos niños.
-No voy a tomar nada. No hay nada malo conmigo. No necesito de medicamentos.
-No hay nada malo con usted. Nada malo... No, usted está bien.
-Sí, estoy bien.
-Bueno, entonces no habrá problema en que firme esto. Ahí dice que admite estar equivocada cuando dijo que el niño que fue devuelto por la policía, no era su hijo. Y certifica que la policía estaba cierta al mandarla para observación y los absuelve de toda responsabilidad. Fírmelo.
-No voy a firmar. ¡No voy a firmar!
-Entonces, su estado de salud no está bien.
-Nunca tuve la opción de luchar contra ellos. Si la tienes, no pares.
-No.
-Que se jodan ellos y la concha de su madre.
-Ese no es exactamente el lenguaje de una dama.
-Bueno... pero es el lenguaje exacto que hay que usar con ellos.
Ella no fue tirada. Fue escoltada.
-Ahora, ¿es nuestra culpa que fuimos engañados por un niño que decía llamarse Walter Collins? No. Y fue la declaración de él y el comportamiento perturbado de ella que me hizo creer que estaba mal.
-¿Porque ella lo cuestionó?
-No, porque ella no me oía. Porque era excesivamente obstinada. Porque quería tomar las cosas en sus propias manos, descalificando a los oficiales…
Sí, está de moda culpar a la policía por sus propios errores, ¿no?
-Tres niños intentaron escapar aquella noche, detective. Y si uno logró escapar, entonces tal vez uno o los dos también lo hcieron. Tal vez Walter esté en algún lugar con miedo de decir la verdad como él... con miedo de venir a casa, identificarse y meterse en problemas. Pero una cosa sí sé y es que el niño me dio algo que no tenía.
-¿Qué es?
-Esperanza.
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