8.10.10

daguerrotipos

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Tras la muerte de su esposa Jane Seymour, el célebre Enrique VIII buscó una sucesora en el trono británico. Como era de esperar, una sorda lucha se dio en bambalinas, tratando de imponer a la futura reina según los intereses políticos de cada sector. El ministro Thomas Cromwell tenía su candidata: Ana de Cleves, hermana del protestante Duque de Cleves quien podría ayudar al rey en caso de un ataque de la Iglesia de Roma al monarca inglés. Existía, sin embargo, un problema: Ana de Cleves era más bien fulera. Y Enrique VIII, cuando era una cuestión de polleras, no era un rey muy afecto a dejarse convencer por las conveniencias políticas.

Como era norma en estos casos, Enrique VIII envió a su pintor oficial, Hans Holbein el Joven, para hacer un retrato de la candidata. Holbein es el responsable de la principal imagen de Enrique VIII que nos ha llegado hasta estos tiempos (la imagen que inicia este post), un retrato que transmite el carisma y el mando del monarca. Quedaba claro que Holbein no era un aficionado con el pincel. Pero recibió sugerencias de Cromwell para “mejorar” el retrato de Ana de Cleves. Obediente, el retrato de Holbein disimuló los rasgos menos favorecidos de la futura reina, entre ellos, las picaduras de viruela de su cara.

Embalado por el retrato, Enrique VIII la hizo venir a palacio y ofrecérsele casamiento. Galante, el monarca mantuvo la oferta, pese a su tremenda desilusión al verla. “La yegua de Flandes” fue el mote con el que bautizó a su esposa, en las charlas privadas.

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Enrique logró que el matrimonio fuera anulado por no consumación (un inteligente arreglo de Ana que tenía en cuenta que su homónima y antecesora, Bolena, había sido ejecutada) y Cromwell perdió su influencia en la Corte y, a la postre, su cabeza.

La anécdota es el ejemplo más vivo de lo que costaba tener un fiel retrato de una persona en el pasado. De ahí, la celebridad ganada por los pintores especializados en el retrato y de su cotizada demanda entre nobles y poderosos. Pero, con mayor o menor habilidad, todo pasaba por la subjetividad del pintor.

Hasta que en 1839 se inventó el primer método para “grabar” la imagen humana: el daguerrotipo. El nombre deriva de uno de sus inventores, Louis Daguerre, quien perfeccionó los experimentos de su socio Joseph-Nicéphore Niépce que falleció antes del desarrollo final del invento. Los primeros pininos del daguerrotipo se dieron entre 1836 y 1838, pero se popularizó en 1839 cuando el gobierno francés compró la patente para que tuviera uso público.

Para quien quiera más datos sobre el daguerrotipo, remitimos al artículo en Wikipedia,

http://es.wikipedia.org/wiki/Daguerrotipo

En este post se nos ocurrió subir imágenes de daguerrotipos de personajes históricos contemporáneos de esta técnica. Una picadita de célebres al natural. Parece justo que el primero en la tanda sea el propio Louis Daguerre:

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El siguiente es el retrato del General José de San Martín:

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La historia detrás de este daguerrotipo del Padre de la Patria, está contada en esta nota de “La Nación”:

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=423149

Una de las últimas imágenes de Edgar Allan Poe, en 1848, un año antes de su muerte es la siguiente:

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En la siguiente, su compatriota y colega, Walt Whitman:

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Un juvenil Domingo Faustino Sarmiento posando luego de la batalla de Caseros:

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También joven, Bartolomé Mitre posando para este daguerrotipo:

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También de sus años juveniles, el retrato de Frederic Chopin:

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Por nuestros pagos, la mítica Mariquita Sánchez de Thompson:

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La imagen de un personaje secundario de nuestra historia, respetada aún por los rivales de su autoritario padre, Manuelita Rosas:

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Y dos imágenes en el tiempo. Primero, el Almirante Guillermo Brown y su esposa Elisa Chitty:

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El paso de los años, sus tragedias personales, la locura acechando en este otro retrato, una década después, del Almirante:

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Dos celebridades en sendos daguerrotipos. Primero, Abraham Lincoln:

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y, luego, Arthur Schopenhauer

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Un daguerrotipo que se creyó perdido por varios años, el de la poetisa
Emily Dickinson
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Y cerramos con el daguerrotipo del General Justo José de Urquiza:

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