23.2.11
frases de “Rabbit Hole”
-A ella no le gustaba esto del grupo de apoyo, al principio.
-¿Hace cuánto están en el grupo?
-Serán ocho años en junio.
-Vaya, no sabía... No me imaginé que estuvieran desde tanto tiempo.
Kevin y Gabby son dolientes profesionales.
-¡Intentas acorralarme para que tengamos sexo!
-No intentaba acorralarte para tener sexo...
-¿Al Green no es para acorralarme?
-No tienes razón en todo, ¿sabes? ¿Y si existe un Dios?
-Entonces diría que es un sádico y un imbécil.
-De acuerdo, Becca. ¡Ya fue suficiente!
-“Adórame y te trataré como a la mierda”. Con razón te gusta: suena como papá.
-Quieres que nos encarrilemos, creo que sería de ayuda mudarnos.
-Nos encanta esa casa.
-Él está en todas partes. Puedo ver las huellas de sus dedos en las manijas...
-Me gusta ver sus huellas.
-¡No me quiero mudar!
-¡Y no quiero otro bebé!
-No hablo de culpa, hablo de consuelo.
-Ah, consuelo…
-¿Dónde lo consigues?
-¿Consuelo? No lo consigo.
-Pues creo que deberías.
-OK. Ya me pongo en eso. Veré que puedo conseguir en eBay.
-Sólo intento ayudarte, Becca. Ojalá alguien me hubiese aconsejado cuando Arthur murió.
-¿Sabes que quisiera yo? ¡Que dejaras de comparar a Danny con Arthur! ¡Danny era un niño de cuatro años que persiguió a su perro por la calle! ¡Arthur era un treintañero adicto a la heroína que murió de sobredosis! ¡Francamente me molesta que los quieras poner juntos, mamá!
-¡Aún así era mi hijo!
-Cuando Arthur murió, yo estaba tan alterada como ella, pero nunca me desquité con los demás.
-¿Qué me dices de la Sra. Bailey?
-¡Nadie está hablando de la Sra. Bailey!
Bueno, si hoy es el día de la ira, muchos de ustedes saben que me siento un poco más cómodo con la ira. Hablando de ira, me toca lidiar con ella todos los días. Y escucho a los del trabajo y hablan sin cesar sobre pavimentar sus calzadas... o lo que sea… sólo estupideces. Ellos no saben nada. Todavía no les han desgarrado por completo sus vidas.
¡No es sólo el video! ¡No hablo del video, Becca! ¡Hablo sobre Taz, los dibujos, la ropa y todo! ¡No hay ninguna foto suya alrededor! ¡No hay huellas! ¡No hay nada, maldición! ¡Tienes que dejar de borrarlo! ¡Tienes que parar!
Tal vez iba muy rápido... Ese día. No estoy seguro, pero puede que sí. Es algo que he querido decirle. Es una zona de 48. Y tal vez yo iba a 49. O a 50. Usualmente yo miraba la velocidad, y si iba por encima, frenaba, obviamente. Pero... no recuerdo haberme fijado cuando pasé por su cuadra. Así que es posible que haya ido muy rápido. Y... el perro corrió muy rápido... así que viré bruscamente. No sabía... No sabía...
Bueno... así es como generalmente termina esto, ¿cierto? Te cambia. Literalmente, cambia a la gente.
-¿Alguna vez se va?
-No. Creo que no. Para mí no ha sido así. Y ya han pasado once años. Sin embargo, cambia.
-¿Cómo?
-No sé. No sé. La carga, supongo. En algún punto se vuelve tolerable. Se convierte en algo que puedes sacarte de adentro y llevarlo como un ladrillo en tu bolsillo. Y hasta lo olvidas... por un tiempo. Pero luego lo buscas por cualquier razón y ahí está. "¡Ah, claro! Eso”. Lo cual puede ser feo. Pero no todo el tiempo. Es como si... no es que te guste, exactamente, pero es lo que tienes en lugar de tu hijo. Así que lo llevas contigo. Y no se va. Lo cual está...
-¿Está qué?
-Bien... de hecho.
-Existe un montón de "tús" por ahí, y un montón de "mís".
-Sí...
-Así que esta es sólo la versión triste de nosotros.
-Sí, supongo. Pero hay otras versiones. Y en esas versiones todo marcha a nuestro favor. Asumiendo que crees en la ciencia.
-Estaba pensando que deberíamos invitar a Rick y a Debbie a una parrillada. Ella nunca me va a llamar. Cree que la odio. Así que... Se la voy a poner fácil.
-¿Una parrillada?
-Será bueno ver a los chicos. Deberíamos comprarle algo a Emily, por su cumpleaños. Cumplió cuatro años la semana pasada.
-Cierto. Está bien. Danny saldrá a relucir.
-Lo sé.
-Ésa va a estar difícil.
-Sí.
-Y el chico... Jason. ¿Le dijiste que no lo culpamos?
-No lo culpamos.
-Lo sé, pero... ¿se lo dijiste?
-Supongo que sí.
-Eso es bueno.
-Puedes hablar con él si quieres.
-No quiero.
-OK.
-Está tan tranquilo.
-Eso es porque le di a Taz un par de tranquilizantes.
-¡Qué chistosa!
-Crees que bromeo. ¿Y qué vamos a hacer?
-¿Sobre qué? No sé. No sé. Elige algo.
-Bueno... Podríamos ir a Village Toys a buscar dulces para Emily.
-Eso probablemente le guste.
-Dulces, sí... ¿Luego qué?
-Luego los envolvemos. Y luego hacemos la parrillada... Y vendrán aquí... E invitaremos a otras personas, para que no sea tan incómodo para nadie. Luego, para hacerlos sentir cómodos, les preguntaremos un montón de cosas sobre lo que han hecho los chicos y pretenderemos que estamos muy interesados. Luego... Luego esperamos a que alguien mencione a Danny... mientras los chicos juegan… Y quizás eso permanezca por un rato. Y después de eso se irán a casa.
-¿Y luego qué?
-No sé. Algo ocurrirá.
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