26.5.12
frases de “Detachment”
Mi madre fue maestra. Y yo sabía, sin lugar a ninguna duda, desde mi más tierna infancia que si había un trabajo que jamás haría sería el de maestra. Nunca, jamás en mi vida lo haría. Sería pastora, cualquier cosa. Pero nunca maestra.
La mayoría de los docentes de aquí creen, en algún punto, creen que pueden marcar una diferencia.
Hola, Lupe. Soy el profesor Mathias. Estoy enfermo y no iré hoy. ¿De acuerdo?
Escuchen, tengo sólo una regla. Sólo una. Si no desean estar aquí, no vengan.
Puta de las dietas...
Ese maletín está vacío. Yo tampoco tengo sentimientos que puedas herir. ¿Está bien? entiendo que estés enojado. Yo solía estar muy enojado también, ¿sabes? Te entiendo. No tienes motivo para estar enojado conmigo porque... soy una de las únicas personas que está tratando de darte una oportunidad.
Los alumnos no tienen ninguna capacidad de concentración. Están aburridos. Entonces, ¿cómo se supone que se les puede enseñar literatura si ellos no creen que tienen algo significativo que compartir?
-Entonces, ¿a usted no le importa lo que le digan los alumnos?
-Creo que ya estoy acostumbrado.
¿Usted es la puta que expulsó a mi hija? ¿Y por qué?
Mucha gente duerme mucho antes de morir. ¿Eso no es ridículo?
Sé que es una persona con bajísimo nivel de educación. Que simplemente pasa el tiempo aquí con estos viejos moribundos. Pero yo pago para que lo asistan. ¡Y usted no lo está asistiendo! Le dije: “saque la llave de la puerta del baño”. Sabe que se levanta por la noche y se olvida. Usted tiene que estar ahí, hacerlo sentir seguro. A ver si soy claro. ¡Deje de ignorar sus necesidades! ¡O yo ignoraré las suyas! ¿Cómo se ve despedida? ¿Qué pasaría con su familia, sus hijos?
Eres una niña y no sé a que edad todo te empezó a ir mal. Pero ésta no es la jodida respuesta. Piénsalo. Te vas a volver vieja demasiado pronto.
Creo que cogiste ya tantas veces que se te hizo costumbre.
Paso mucho tiempo tratando de no tener que lidiar… de no comprometerme. Soy maestro sustituto. No tengo responsabilidad real de enseñar. La única responsabilidad es mantener el orden. Asegurarme de que nadie se mate en la clase. Y después, simplemente se pasa a la próxima materia.
Éramos buenos padres. Pero aún, nos hará pagar por todo lo que hemos hecho al suicidarse. Niña estúpida y egoísta. Ahora ya no irá a la Universidad de Princeton.
¡Oh, mierda! “Te voy a desvirgar bien el culo, hijo de puta”. Vaya, eso es realmente... poético. Quiero decir es poco convencional. Deberías llevarlo a un escenario. No deberías guardártelo sólo para ti.
¿Por qué no tomas asiento? ¿Está bien? Vuelvo enseguida y discutimos tu brillante futuro. ¿De acuerdo, amigo? ¿Quiero decir… hijo de puta?
-¿Ellen, puedo ver tus pezones?
-¿Qué? ¡No! Sería malo.
-En realidad si puedo. ¿Ves? Ése es el punto. Tienes que usar corpiño para venir a la escuela.
-Cuando vienes a la escuela, vestida así, estás mandando la señal equivocada. ¿No quieres que la gente te respete?
-Sí, me hago respetar. No me entrego a cualquier pene que veo por ahí.
Abuelo, no quiero hablar del pasado. Ambos lo recordamos de manera muy distinta.
Cuando dejes de venir, Henry... yo moriré
-Mi hijo tiene ADHD. Estuve averiguando y sé lo que necesita. Ahora todo lo que tienes que hacer es conseguirle una notebook gratis.
-Señor Kevin, su hijo golpeó a otro estudiante. Sus problemas son de conducta.
-¿Raven? ¿Cómo te sientes respecto a esto?
-Me siento... atrapado. Como el gato.
¿Por qué no pintas algo más alegre? Más feliz. Con colores.
Deberían existir requisitos previos, un currículum para ser padres antes de que la gente intente serlo... No lo intenten en casa.
-¿Cuál era su problema?
-Eligió una vocación que no lo eligió a él.
¿Es que cada alumno tiene un valor? ¿Donde está la dignidad de la educación? Malditos jóvenes que no tienen aspiraciones. Ningún interés. Ni mente que alimentar.
¿Cómo van a poder imaginar algo si las imágenes siempre les son dadas?
¿Por qué, siempre, creemos deliberadamente en mentiras cuando sabemos que son falsas?
Esto es el mercado del holocausto. Veinticuatro horas al día para el resto de nuestras vidas.
Los poderes de quienes debemos ser, trabajan duro, atontándonos hasta la muerte. Entonces, para defendernos y luchar para no asimilar este atontamiento en nuestros malditos procesadores mentales, tenemos que aprender a leer. Para estimular nuestra propia imaginación. Para cultivar nuestra propia conciencia, nuestro sistema de creencias. Todos necesitamos estas habilidades. Para defendernos. Para preservar nuestras mentes.
Amo a los docentes. Amo lo que hacen. Lo que representan. Ustedes son los verdaderos héroes.
Todos tenemos problemas, cosas con las que lidiar. Y todos lo llevamos con nosotros a casa por la noche. Y lo regresamos con nosotros al trabajo por la mañana. Creo que esa impotencia, es darse cuenta de esa sensación de estar a la deriva, en el mar, sin boyas ni seguridad, cuando pensabas que tú serías quien tiraría de la boya.
Así son las cosas, jubílate y disfruta tus últimos años... Saludos a los bastardos.
¡Oh Dios, eres una criatura repugnante! ¿Quieres saber la verdad? Uno: no vas a estar en ninguna banda o cualquier cosa que tenga que ver con las modelos, porque no tienes ambición. Sin capacitación vas a competir con el 80% de la fuerza bruta de los trabajadores por un salario mínimo. Cosa que seguirá igual por el resto de tu vida. Hasta que te reemplacen por una computadora. Dos: tu único talento es hacer que los hombres te cojan. Tu vida se convertirá en un carnaval de dolor. Hasta que no lo soportes más. ¡Ni por un día, ni por una hora! Y vas a ir empeorando cada vez más. ¡Cada día que vengo a esta oficina los escucho a ustedes que se están haciendo mierda! Es tan fácil ser descuidado. ¡Implica mucho cuidado y coraje saber cuidarse! Y ninguno de ustedes tiene estas cualidades.
Si no tomara estas píldoras, cometería un asesinato masivo con la mitad de los padres. Es más, los ayudaría a tirar por la ventana a sus hijos.
Sabes, en mi opinión, lo peor que tiene este trabajo es que nadie dice “gracias”.
No estoy cien por ciento seguro pero creo que algo sucedió cuando mi madre era muy joven. Con el abuelo.
¿Dónde se fueron todos los niños? ¿No sabían que el parque los necesitaba?
Somos todos iguales, todos sentimos dolor, hay caos en nuestras vidas. La vida es muy, muy confusa... lo sé. No tengo las respuestas pero sé que si lo escribes, lo echas fuera, todo estará mejor.
Me gustaría que las cosas fueran diferentes. Lo intenté, ¿sabe? Pero las jodidas cosas... Todos nosotros... todos tenemos problemas, cosas con las que lidiar. Algunos días somos mejores, otros no tanto. Algunos días tenemos un espacio muy limitado para otros.
Estos chicos necesitan algo más. No me necesitan a mí.
Simplemente no entiendo. ¿Dónde están los padres?
La realidad del maldito problema es, en primer lugar, que algunos de nosotros creemos que podemos marcar una diferencia. Y después nos despertamos. Y nos damos cuenta de que fracasamos.
Todos necesitamos algo para distraernos de la complejidad. Y en realidad nadie quiere pensar de dónde viene esto, nadie quiere pensar en la lucha que implica llegar a ser alguien, salir... salir... salir del mar de dolor del que todos tenemos que salir.
Dicen que el suicidio es una solución permanente para un problema temporal.
Quiero que lo sepan. Mi nombre es Meredith y me voy a suicidar.
Tenemos la gran responsabilidad de guiar a los jóvenes para que no terminen desmoronándose… desmoronándose a mitad del camino… sintiéndose insignificantes.
Hoy me di cuenta de algo: no soy una persona para ti... no deberías estar aquí. Yo no estoy aquí. Puedes verme, pero estoy... vacío. Fracasando. Estamos fracasando. Fracasando en el sentido de que hemos defraudado a todos. Incluidos a nosotros mismos.
Entonces, cuando leemos, nos damos cuenta de que la Casa Usher no es sólo un viejo y decrépito castillo que necesita arreglos. Es, también, un estado del ser.
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4 comentarios:
LIC. JULIÁN ANDRÉS VALENCIA FERNÁNDEZ.
Algo que ha marcado de manera significativa las prácticas educativas sin lugar a dudas es la indiferencia, abulia y hasta la falta de pertenencia de los que integran la comunidad educativa. Esta ausencia quizá sea cómplice silenciosa de la falta de valores en nuestra sociedad, donde se ha perdido el respeto por la vida y la dignidad humana, en donde no hay modelos ni ejemplos de hombres que marquen un derrotero, y que sean el foco al cual debamos dirigirnos cuando nuestro mundo carece de honradez, ética y moral. Es difícil pensar en el remedio de una sociedad que está enferma y que ya no le importa a nadie si muere.
Estamos alimentando nuestro propio epistemicidio, nos enajenamos en nuestra forma de pensar en el otro porque hemos perdido el vínculo humano más íntimo, que para mí, es la sensibilidad, una sensibilidad de poder entendernos en nuestra diversidad y valorar la vida como el bien más preciado. Hay que entender que no podemos ignorar lo que está a nuestro alrededor, que debemos actuar para la vida, para la construcción de sentido en una sociedad que pierde la importancia porque sencillamente nadie cree pertenecer a ella.
En mi referente a la película Detachment, y lo que siento como activista en la práctica de educar es que debe ser dirigida y pensada hacia una práctica inmanente, coherente, ética y honrada. Pero hablo de una honradez de espíritu donde los que actuemos en la educación seamos éticos y sobretodo sensibles. Entonces es relevante pensar que debemos incluir el vivir de nuestros estudiantes y hablo desde poder percibir y sentir sus emociones y fracasos como propios, esto sería darle sentido y significado a “ellos” como sujetos, no como objetos que decoran la parte existencial de un aula, que en realidad están vacías, inhabitadas y desiertas como las fotografías de Meredith.
Esta práctica desinteresada ha dejado perder generaciones que se han vuelto insignificantes, sin sentido de pertenencia que hace perder en “ellos” su ambición de vivir, y como lo intuía Henry Barthes “ya no creen que tienes algo que compartir” porque sencillamente han perdido la fe y la esperanza en ellos mismos.
En contexto Película-seminario podría asegurar que el legado de una verdadera administración tal como lo propone Taylor y Fayol, es la dignidad humana por encima de la producción, porque de nada valen los “productos” si estos son derivados de la indiferencia, el abuso, el desinterés y la falta de sensibilidad de los que aseguran llamarse “administradores”.¿Es que cada alumno tiene un valor? ¿Donde está la dignidad de la educación? Malditos jóvenes que no tienen aspiraciones. Ningún interés. Ni mente que alimentar.
(Detachment, 2011)
Excelente película
Amo esta película y Adrien Brody es un papucho💓
Adrien brody mi amor por siempre hermosa pelicula
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