Uno tiende a creer que la tradición del color celeste para los varones y del rosa para las nenas, es una costumbre que viene de las noches de los tiempos y que se relaciona con algún símbolo propio de la heráldica. Por eso nos llama la atención cuando leemos que en la revista Ladies’Home Journal de 1918 se estipulara que
“Ha habido una gran variedad de opiniones al respecto, pero la regla generalmente aceptada es rosa para el niño y azul para la niña. La razón es que el rosa es un color más decidido y fuerte y, por tanto, más adecuado para el niño, mientras que el azul, más delicado y grácil, es más bonito para la niña”.Esto es: hasta el siglo XX, no sólo la regla “celeste para nenes, rosa para nenas” no aplicaba sino que era exactamente al revés.
Una explicación es que el pigmento rojo era muy caro de fabricar, por lo que en los cuadros anteriores al siglo XX, se identifica al rojo con los monarcas (únicos capaces de gastarse el dinero necesario para ese color). En el caso de los príncipes herederos, no era raro retratarlos con un rojo devaluado, un rosa, para señalar que estaban un escalón debajo del monarca. De ahí, el rosa se asoció con los nenes.
El azul era el color que identificaba a la Virgen María. ¿Por qué? Algunos lo relacionan con el color del cielo como reflejo cromático de su pureza; otros, porque, después del rojo, era el pigmento más caro. De hecho, en varios cuadros reales de la antigüedad pueden ver a la Virgen con un atuendo celeste (San José, con uno rosa) y hay retratos de la infanta Victoria con colores azules.
Sí queda más o menos claro que no era unánime esta identificación de género. En Mujercitas, escrito en 1868, Louisa May Alcott hace decir a uno de sus personajes que identifiquen a un par de mellizos de sexo distinto, al “estilo francés”: cinta celeste para el bebé; rosa para la beba. Eso sugiere que ya entonces se habían trastocado el original rosa para varones y celestes para mujeres.
Después de la Primera Guerra Mundial, lo que cambiaron eran los colores del campo de batalla. Los uniformes lucían ostentosos rojos o amarillos, pero que eran blancos fijos para la lucha de trincheras que instauró la conflagración mundial. Por lo que los atuendos bélicos se volvieron más opacos, para favorecer el camuflaje en el campo de batalla.
Una reducción en el costo de fabricar el pigmento azul con el tinte azul sintético y la moda de vestir a los niños con el trajecito de marinerito (de estricto azul reglamentario), termino de imponer el azul o celeste para los varones.
En el caso de las niñas, el rosa pudo tomar su lugar al oponerse al azul que habían tomado los niños y a porque las niñas, por su delicadeza, empezaron a asociarlas con las princesitas. Nuevamente, un lujo rojo rebajado, un rosa.
Lo cierto es que el patrón de “celeste para nenes, rosa para nenas” se impuso en Estados Unidos (y de ahí al mundo) alrededor de la década del ’40 del siglo pasado.
FUENTES:
Un artículo en una newsletter de la escuela de idiomas Enforex:
http://www.enfolang.com/internacional/curiosidades/azul-rosa-ninos.html
Otra nota en el blog ¡Basta de sexismo!:
http://bastadesexismo.blogspot.com.ar/2012/08/sobre-gustos-y-colores.html
El artículo en Wikipedia para el celeste:
http://es.wikipedia.org/wiki/Celeste_(color)
y el rosa:
http://es.wikipedia.org/wiki/Rosa_(color)
Una nota del blog Con los ocho sentidos:
http://www.conlosochosentidos.com/2012/01/por-que-el-rosa-es-para-ninas-y-el-azul.html
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