5.6.14
carambola intertemporal
X-MEN: DÍAS DEL FUTURO PASADO
data: http://www.imdb.com/title/tt1877832
Rescatar todo lo bueno de la original trilogía de “X-Men” fue uno de los aciertos de Bryan Singer en este nuevo capítulos de los superhéroes mutantes. ¿Cuáles son? Priorizar la historia sobre los efectos especiales. Protagonistas con fuerte conflicto humano. Metáfora social para una historia de superhéroes. “X-Men” es un buen ejemplo para señalar la riqueza sicológica de los personajes de Marvel. La historieta de Stan Lee tenía una segunda lectura sobre la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos de los ’60. Y ese bagaje estuvo muy bien llevado al cine, hablando ya no de los derechos de los afroamericanos, sino de la apuesta por el bien o el mal en las relaciones internacionales de estos días.
Todo “X-Men: días del futuro pasado” se resume en un dilema: optar por el bien o por el mal. Matar a alguien o perdonarle la vida. Y el desarrollo de esta idea se describe con un brillante billar en varios momentos en el tiempo. Ocurre simultáneamente en el futuro y en el pasado. En el futuro, el presente de pesadilla en que los hombres “normales” y los mutantes se han enfrascado en una guerra de la que todos salen vencidos; en el pasado, en 1973, con Nixon y los Acuerdos de Paz por Vietnam en París, donde la persecución a los mutantes empezó.
El viaje en el tiempo no es un mero artificio de ciencia ficción. Tiene una alta correlación con la tesis del filme. El presente que tenemos es el resultado de las decisiones tomadas en el pasado. La yuxtaposición del pasado y el futuro hacen visible esa correlación que en el vértigo de los años se presentan diluidos. Somos las decisiones que tomamos pero, principalmente, seremos las decisiones que estamos tomando en este mismo momento. Y todo el juego está en hacer lo correcto, en creer que, al final, cada decisión individual se multiplica en ondas a lo largo del tiempo y que su difusión produce cambios más sustanciales que los originalmente creídos. Salvar una vida puede cambiar el mundo.
Hay dos apuestas fuertes en la misión de Charles Xavier: el pasado y las personas pueden cambiar; por eso ambos merecen una segunda oportunidad. En algún momento de la trama, se plantea la imposibilidad de esto: que el tiempo es inmutable, que hay cosas definitivas, que lo que tiene que suceder sucede no importa lo que hagamos y que la gente, básicamente, es incapaz de cambiar. Y Charles Xavier elige, consciente y explícitamente, darle la espalda a esa posibilidad. Él elige creer. Opta por la fe. Fe de que las cosas y las personas pueden cambiar. Apostar por la bondad del ser humano.
Es la clave del mensaje de este capítulo de los “X-Men”: el futuro que deseamos sólo puede lograrse si confiamos en los otros, si apostamos por su integridad y por su bondad. “Algún día, Hank, todos nos uniremos” expresa Charles Xavier pensando en Magneto. Todos evolucionan de manera diferente: la fe está convencida que al final convergen.
Todos los personajes vuelven a asomarse en este episodio. Aunque los principales personajes son Charles Xavier, Magneto, Mystique y Wolverine. El resto son funcionales, mero contextos, a los protagonistas. Y el villano de turno es Bolivar Trask que sirve, más que opositor a los héroes, como catalizador. No es que nuestros héroes tienen que vencer a Trask; tienen que vencerse a ellos mismos. Y ésa es la más épica de las luchas: conocerse y cambiar.
Mañana, las mejores frases.
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