1.8.14
coghlan vuelve a casa
Ustedes saben que una de las frases de cabecera de esta página es “Entre la verdad y la leyenda, imprime la leyenda”. Y nunca como en este caso, nos aferramos a la leyenda de esta historia, aunque sospechamos que el resultado final de la deriva de Charles Francis Coghlan es un invento. Pero invento que merece ser cierto.
Charles Francis Coghlan fue un actor nacido en Francia pero de padre irlandés y madre de Jersey. Como actor de antaño, fatigó los teatros del mundo y se casó con una actriz. En los últimos días de 1899, la profesión lo encontró en Galveston, Texas, para presentar la obra “The Royal Box”. Lamentablemente, una enfermedad cardíaca no le permitió participar de la presentación y, tras un mes de lucharla, falleció el 27 de noviembre.
Las versiones se cruzan: desde que querían enterrarlo en una finca en la Isla del Príncipe Eduardo en Canadá comprada como casa de fin de semana y eventual retiro, hasta que sus deseos eran los de la cremación, servicio no disponible en el pueblo de Galveston. Otras versiones indican que la esposa debió abandonar Texas por una enfermedad repentina de su hija y pospuso la decisión.
Lo cierto es que Coghlan fue enterrado en el cementario de Galveston a la espera de que sus familiares dispusieran de sus restos como lo tenían pensado.
Pero en 1900, un histórico huracán arrasó Galveston, dejando un tendal de muertos y destruyendo la ciudad. Y entre lo que se perdió, por la inundación del cementerio devastado por el fenómeno, fue el ataúd de Coghlan que derivó por las aguas del Golfo de México sin ningún control.
Pasan casi ocho años sin saber nada de los restos de Coghlan. El New York Actors Club mantenía una recompensa para aquellos que pudieran dar con los restos del actor. Pero entonces, en 1907, unos pescadores canadienses lo encontraron en el Golfo de Saint Lawrence, no muy lejos de la Isla del Príncipe Eduardo donde Coghlan tenía pensado retirarse.
Parece ser que su último deseo fue cumplido, no ya por la acción de sus familiares, sino por una insólita acción final que superó los elementos y el olvido.
(Otra versión, más apegada a lo verosímil, pero no tan poética como la anterior, asegura que el ataúd fue encontrado siete años después de su desaparición, por unos cazadores que lo hallaron sumergido en un pantano a nueve millas de Galveston; como es de esperar, nosotros optamos por la primera versión, como lo hizo el incomparable Robert LeRoy Ripley al publicarlo en 1929 en su célebre columna ¡Créalo o no!).
FUENTES:
El artículo en Wikipedia de Coghlan:
http://en.wikipedia.org/wiki/Charles_Francis_Coghlan
La nota del blog “Historias de la historia”:
http://historiasdelahistoria.com/2011/11/29/el-ataud-que-supo-volver-a-casa
La mención en el blog “Sobre Listas”:
http://sobrelistas.blogspot.com.ar/2010/12/las-mayores-coincidencias-de-la.html
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