Con motivo de cumplirse siglo y medio del nacimiento del dramaturgo español Jacinto Benavente, el diario “ABC” reunió una serie de sus mejores frases que cumplían con la condición de tener menos de 140 caracteres, un número apto para Twitter si hubiese existido en su momento. Nos pareció ingeniosa la idea y seleccionamos algunas de las frases publicadas por el diario español.
No hay nadie tan elocuente como uno mismo cuando quiere persuadirse de lo que le conviene estar persuadido»“Si Jacinto Benavente hubiera tenido Twitter...”
(«Gente conocida», 1896)
«Cuando el corazón dice que perdona una ofensa es que ha dicho antes: "Ya no me importa"»
(«Operación quirúrgica», 1899)
«El divorcio es ridículo. Además, suprime la única seguridad del matrimonio, la de no poder volver a casarse»
(«La princesa Bebé», 1904)
«Triste clase media, que hubiera podido ser una fuerza, si en vez de una caricatura de los de arriba hubiera procurado ser un ejemplo para los de abajo»
(«Por las nubes», 1909)
«Lo cruel de la vida no es que lo niegue todo, es que promete mucho (...). No es que se haga aborrecer, es que se hace amar y no corresponde nunca»
(«La losa de los sueños», 1911)
«Tengo observado que todos los que no pueden tolerar una mala palabra de los superiores son los que más suelen prodigarlas con los inferiores»
(«La propia estimación», 1915)
«Creer y crear son palabras distintas. Pero cuando dices con toda tu alma: ¡Creo, creo!, creer y crear es lo mismo»
(«El collar de estrellas», 1916)
«La única tristeza sin consuelo en la vida es la tristeza que se ha merecido»
(«Rosas de otoño», 1919)
«El dinero no puede hacernos felices, pero es lo único que nos compensa de no serlo»
(«Rosas de otoño», 1919)
«Muchas veces, el que nos crean mejores de lo que somos nos obliga a serlo»
(«¡No quiero, no quiero!», 1928)
«Cuando no se piensa lo que se dice, es cuando se dice lo que se piensa»
(«¡No quiero, no quiero!», 1928)
«Cambiar los nombres, sin cambiar las cosas, es lo primero con que se engaña al pueblo en todas las revoluciones»
(«Santa Rusia», 1932)
«El perdón es siempre una humillación y tarde o temprano acabamos por odiar al que ha tenido algo que perdonarnos»
(«La verdad inventada», 1933)
«Nuestra vida no es nunca lo que hemos querido, sino lo que hemos tenido que dejar de querer»
(«Los niños perdidos en la selva», 1942)
«A los amigos no se les debe pedir nunca nada. Es el único medio de conservarlos. El dinero se les pide a los enemigos. Es el modo, también, de conservarlos»
(«Don Magín el de las magias», 1944)
«Lo más parecido a la mentira es el silencio, cuando se calla lo que no se quiere decir»
(«Divorcio de almas», 1948)
«El dinero es como el agua; por muy limpio que sea su origen, al correr pasa por muchos lodazales y no llega siempre limpio a nuestras manos»
(«Mater Imperatriz», 1950)
(abc, 12.08.16)
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