20.12.16
frases de “Lo and behold, reveries of the connected World”
Éste es el Campus de la Universidad de California en Los Ángeles. Hoy, ninguno de los estudiantes tiene conocimiento de que es la zona de impacto de una de las revoluciones más grandes que experimentamos como humanos. Uno de los edificios de ciencia de aquí es considerado el lugar de origen de la Internet.
Estamos ingresando a un lugar sagrado. Es el sitio donde comenzó la Internet. Es un sitio sagrado.
Esta máquina es tan fea por dentro que es hermosa. Tiene un olor único. Un antiguo olor delicioso de todas sus partes viejas. Consta de módems, unidades lógicas de CPU, memoria, fuente de energía... todo lo que necesitas para que funcione una computadora eficiente. Esta máquina funcionó como el primer nodo de Internet durante décadas. Y el primer mensaje se envió desde aquí. Comenzó una revolución. Y el único registro que tenemos de lo que ocurrió ese día está en este cuaderno. El 29 de octubre de 1969, a las 10:30 de la noche, ingresamos que “hablamos con el Stanford Research Institute de servidor a servidor”, de computadora a computadora. Es similar a cuando, en el barco de Colón el sujeto en la cima que vio tierra por primera vez, notó lo que era y básicamente realizó una entrada que decía: “Encontramos tierra”.
Lo único que queríamos era ingresar desde nuestra computadora a otra situada a 644 km al norte, en el Stanford Research Institute. Para iniciar sesión, o “log in”, hay que escribir “LOG” y la máquina es lo suficientemente inteligente para escribir el “IN”. Para asegurarnos de que esto ocurriera correctamente teníamos a nuestro programador y al programador en el norte conectados con un auricular, para estar seguros de que estaba funcionando. Charlie escribió una L y preguntó: “¿Recibiste la L?”. Bill dijo: “Sí. Recibí la L”. Escribió la O. “¿Recibiste la O?”. “Sí, recibí la O”. Escribió la G. “¿Recibiste la G?”. ¡Colisión! La computadora del SRI se colgó. Así que el primer mensaje enviado a través de Internet fue: “Lo”. Como en “Lo and Behold” (“Héte aquí”). No podíamos esperar un mensaje más breve, más poderoso y más profético que “Lo”.
Hoy, si grabamos CDs del flujo de información mundial de un sólo día y los apilamos todos, esta pila llegaría ida y vuelta hasta Marte.
Pero básicamente son los principios subyacentes de la red y una de las cosas que hallamos, sorprendentemente, fue que cuanto más grande es la red, mucho más eficaz es.
Estaba con mis abuelos en un bote en Chicago... así que yo debía tener cinco años. Yo estaba arrastrando la mano en el agua. Y pensé cómo el agua estaba moviéndome los dedos, cómo se abría de un lado y se cerraba del otro y cómo, en ese cambiante sistema de relaciones, todo era casi similar. Casi lo mismo y, aun así, diferente. Eso era tan difícil de visualizar y expresar. Generalizar eso a todo el universo, que el mundo es un sistema de relaciones y estructuras cambiantes... me pareció una vasta verdad. Y lo es. Y la interconexión y expresar esa interconexión ha sido el centro de todo mi pensamiento. Y todo mi trabajo informático se trató acerca de expresar y representar y mostrar la interconexión especialmente entre escrituras. Y la escritura es el proceso de reducir un tapiz de interconexión a una reducida secuencia. Y en cierto modo es ilícito. Es una compresión arbitraria de lo que debería expandirse. Y las computadoras en la actualidad traicionaron eso porque no hay ningún sistema para cortar y pegar y cambiaron el significado de las palabras “cortar y pegar” y aparentaron que era lo mismo.
Hay dos lemas contradictorios. Uno es que continuar haciendo lo mismo y esperar un resultando distinto es la definición de locura. Por el otro lado, dices: “Si no tienes éxito al principio, vuelve y vuelve a intentarlo”. Prefiero el segundo lema porque no quiero que me recuerden como el sujeto que no lo intentó.
Tomamos los últimos modelos científicos de un plegado de biomoléculas, creamos un juego y lo subimos a la web sin saber qué ocurriría, si sería divertido en lo más mínimo, si alguien entraría. Rápidamente las personas entraron y colapsaron las computadoras. Tuvimos que construir nuevas computadoras. Las personas jugaron y hablaron entre ellas y se enseñaron sobre la ciencia, no siendo expertos. Y comenzaron a leer periódicos. Comenzaron a estudiar y a comprender. Tenemos abogados, chicos que van a la escuela, jubilados, gente postrada en la cama, abuelas. Son toda clase de personas desde los 10 hasta los 100 años. Esta idea era imposible, antes de Internet, y la respuesta fue sorprendente. En unos días, cientos de miles se unieron y resolvieron el acertijo. El mundo respondió y fue hermoso.
Hay una verdadera sed de educación. Como las máquinas son cada vez más inteligentes, creo que la gente quiere ser cada vez más inteligente. La gente quiere contribuir y es cada vez más difícil contribuir en la actualidad y lo será aún más en el futuro. Así que realmente debemos hacer algo por nosotros. Y creo que lo mejor que podemos hacer es educar.
En Stanford, puedes tener 200 estudiantes. Me considero un profesor extremadamente bueno, así que tengo muchos alumnos. Pero, en línea, obtuvimos 160.000 estudiantes. ¡160.000 estudiantes! Y cuando finalmente terminamos la clase, pudimos juntar y clasificar a los estudiantes de Stanford, quienes son los más privilegiados y más exclusivos, con los estudiantes del resto del mundo. Y los mejores 412 estudiantes no asistían a Stanford. El mejor estudiante de Stanford quedó en el puesto 413 de una clase de 200. Eso me hizo dar cuenta de que por cada buen estudiante de Stanford, había 412 estudiantes asombrosamente buenos en el mundo que no lograron entrar en Stanford.
Literalmente, ve un mundo virtual. La gran pregunta es: ¿comprende la ética humana? ¿Comprende los valores de la sociedad? Por ejemplo, a nuestro vehículo lo que le gustaría es no atropellar a nadie, como primera prioridad. Luego, si tiene que chocar, preferiría que sea contra algo y no contra alguien. Pero, básicamente, lo que desea es no chocar contra nada y nadie. Pero ¿quién será responsable en caso de accidente? ¿La computadora instalada? ¿Su diseñador? ¿El sistema de GPS? ¿Internet? ¿O el conductor que come su desayuno? Cuando un auto comete un error y aprende de él, esa experiencia se comparte de inmediato con los demás autos. Así que los otros autos, también aprenden de ello. Eso es algo que la gente no sabe hacer muy bien. Si cometo un error, y cometí muchos manejando, entonces puedo comprender y puedo mejorar. Pero nadie más aprende de eso. Cuando un vehículo autoconducido comete un error, automáticamente todos los otros autos se enteran. Incluso los futuros autos, nunca más cometerán ese error. Eso significa que la capacidad de los autos de desarrollar una inteligencia artificial es mayor que la capacidad de la gente para seguirles el ritmo.
Es el objetivo de RoboCup para el 2050: tener un equipo de robots jugadores de fútbol que puedan derrotar a los campeones de la FIFA.
Tenemos cierta veneración por el Robot 8. Para nosotros, decir “Robot 8” es el equivalente a que alguien diga “Messi” o “Ronaldo” o alguien así.
Decían: “Chica muerta caminando. Qué alegría, papi. Aún sigo viva”.
No sabía que existía tanta inmoralidad en los humanos. Y creo que los perros tratan mejor a los suyos que los humanos. No hay dignidad o respeto en Internet porque nadie se hace responsable.
Cuando vivía en la jaula de Faraday, tenía que vivir en una caja y sólo salía de la caja cuando quería ir al baño o ducharme. Si no, me quedaba en la caja el día entero.
Por ejemplo, en Corea del Sur, hubo un caso de una pareja que tenía un bebé. Ellos estaban tan adictos al juego al que se habían puesto a jugar que descuidaron a su hijo quien, finalmente, murió de hambre. Y fueron a la cárcel. Todo fue porque se viciaron con un juego en el que, irónicamente, tenían que cuidar y criar a una niña. Mientras hacían eso... su propio hijo se moría de hambre.
No es poco común que, en Corea del Sur, los jugadores de videojuegos usen pañales. Así evitan perder puntos por tener que ir al baño.
Si hay un destello solar... Si destruyéramos la estructura de información actual del mundo la civilización moderna colapsaría.
Si la Internet se apaga, la gente no recordará cómo vivían antes de ella.
¿Cómo es que dicen? ¿“La civilización está a cuatro comidas completas de la absoluta ruina”? No estaría mal comenzar a prepararse para eso.
Tomé un marcador y escribí: “Rosquillas del FBI” en la caja. Las guardé en el refrigerador y puse una enorme nota en la puerta del refrigerador con el logotipo de Intel, el que dice “Intel” adentro. Escribí “rosquillas del FBI” en el logotipo, y las metí al refrigerador.
Como Internet se diseñó para una comunidad que se tenía confianza entre sí, no tenía muchas protecciones. No nos interesaba espiarnos, por ejemplo. No nos preocupaba que alguien nos enviara correo basura, correos corruptos o un virus porque esa persona habría sido excluida de la comunidad.
¿La guerra es una extensión de la política con otros medios? Bueno, ahora hay otro con mucho menos riesgo, más fácil de financiar e incluso pone a estados nación más pequeños en el mismo campo de juego que los grandes. Así, decenas de estados nación tienen la capacidad de piratear y usan esto como una extensión de la política exterior.
-¿Podría ser que ya estamos sumergidos en una guerra cibernética que ni siquiera vemos?
-Claro.
La gente es el enlace más débil de la seguridad. La gente. No la tecnología.
-Ahora ni siquiera podemos llevar a una persona a Marte. Claramente...
-Yo iría. No tendría problema.
-Pasaje de ida.
-Eso es genial. Sería tu candidato.
-De acuerdo. Pero creo que querremos ofrecer pasajes de ida y vuelta, porque muchas más personas estarían dispuestas a ir si piensan que, si no les gusta, pueden regresar a la Tierra.
¿Pero cómo hablaríamos con aquellos que decidan quedarse? ¿Quién les contaría el resultado de la Serie Mundial?
¿Acaso los monjes dejaron de meditar? ¿Dejaron de rezar? Parecen estar todos twitteando.
Creo que lo único que hemos demostrado es que somos muy buenos para destruir la habitabilidad de la Tierra y no tan buenos para mejorar la habitabilidad de un mundo completamente alienígena. La idea de que Marte nos salvará de alguna manera por las decisiones que tomamos aquí es falsa. Y es un poco como decir que vivirás en el bote salvavidas, cuando incluso los bote salvavidas necesitan dónde anclar.
¿Puede ser que la Internet comience a soñar con ella misma?
Creo que la Internet ya está en el segundo aspecto... Tiene patrones impredecibles todo el tiempo.
¿Cuán valiosa es la cucaracha para ti? Creo que cualquier insecto es fantásticamente avanzado comparado con los robots de vanguardia de la actualidad.
No sólo puedo imaginar la inteligencia artificial evolucionando espontáneamente en la Internet. Pero no puedo afirmar que no haya ocurrido ya.
Creo que llegaremos al punto donde casi todo lo que hagamos será hecho por máquinas. Y aún así necesitaremos personas...
¿Querríamos tener máquinas que sean como las personas? Diría que no.
Esta habitación debería saber que estoy aquí. Debería poder hablarle. Debería poder darme una respuesta, verbalmente.
Internet todavía debe evolucionar a ese objetivo que esperaba, el de ser invisible.
Lo interesante de Internet es lo que construirás para ti y para mí. Lo llamo la “Internet para mí”.
En mi opinión, las computadoras y en cierto sentido Internet son los peores enemigos del razonamiento analítico profundo. La juventud de hoy utiliza máquinas para básicamente reemplazar su análisis de las cosas que están observando. No entienden qué están viendo o qué están escuchando, qué están aprendiendo. Dependen de Internet que les diga y los descifre por ello.
Los historiadores también notarán algo interesante. Probablemente llamen a estos tiempos: la Era Digital Oscura. Será muy misterioso, porque muchas cosas ocurren rápidamente, pero los registros se perderán.
-¿Podrías detectar si la mujer que pasa por delante tuyo y te mira, está a punto
de enamorarse de ti?
-Eso sería una innovación. Eso sería... la mejor aplicación, se podría decir.
Bueno, intento no hacer predicciones sobre nada que sea en menos de dos billones de años. Por buenas razones. Una es que nadie podrá saber si estoy equivocado.
No hay controles en Internet. No importa qué hagan los gobiernos. No importa qué hagan las industrias. Internet se propagará fuera de control... Y las personas tendrán que ser sus propios controles.
¿Los hijos de los hijos de nuestros hijos necesitarán la compañía de los humanos? ¿O habrán evolucionado en un mundo donde eso no es importante? Suena horrible, ¿no? Pero quizás esté bien. Quizás la compañía de robots... quizás la compañía de una Internet inteligente será suficiente. ¿Quién soy yo para decirlo?
(Mañana, las mejores frases de “Into the Inferno”)
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