14.3.17
emmy noether
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Nació en 1882 y su padre, el matemático Max Noether, enseñaba en la Universidad de Erlangen, en Baviera.
El claustro de esa casa de estudios había dicho que permitir que las mujeres se registraran “derrocaría todo el orden académico”.
Sin embargo, dos años después -indica la Sociedad Estadounidense de Física (APS, por sus siglas en inglés: American Physical Society)- Noether fue una de las dos estudiantes a la que se le permitió inscribirse en esa universidad.
Pero no con los mismos derechos que el resto de estudiantes.
Sólo se le permitía entrar como oyente a las clases y eso si los profesores daban la autorización expresa de que podía entrar al aula.
“Pero eso fue suficiente para que pasara el examen de graduación en 1903 y para que calificara a un título equivalente al de una licenciatura”, indica Michael Lucibella, autor de la biografía sobre Noether publicada por APS.
“Pasó el año siguiente estudiando en la Universidad de Gotinga, pero regresó a Erlangen cuando la universidad finalmente revocó las restricciones contra las estudiantes y terminó su disertación sobre invariantes para las formas biquadráticas ternarias en 1907”, señala el escritor.
Pese a que la universidad dio un paso adelante para permitir a mujeres estudiantes, continuaba excluyendo a las mujeres de tener posiciones en la facultad.
“Noether enseñó en Erlangen por los siguientes siete años sin salario, en algunas ocasiones reemplazando a su padre”, indica Lucibella.
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En 1915, el gran matemático alemán David Hilbert trató de llevarla a la Universidad de Gotinga, pero recibió el rechazo de sus colegas en el departamento de matemáticas.
No veo por qué el sexo de los candidatos sea un argumento contra su admisión. Somos una universidad, no un sauna
David Hilbert, matemático
“¿Qué pensarán nuestros soldados cuando regresen a la universidad y encuentren que se les pedirá que aprendan de una mujer?”, un profesor se quejó de la propuesta.
A lo que Hilbert respondió:
“No veo por qué el sexo de los candidatos sea un argumento contra su admisión. Somos una universidad, no un sauna”.
Noether tuvo que dar clases bajo el nombre de Hilbert por los siguientes cuatro años y sin pago alguno.
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…la esperanza de Hilbert de contar con la matemática en la Universidad de Gotinga era que su conocimiento y experiencia sobre “la teoría invariante -los números que se mantienen constantes incluso aunque sean manipulados de diferentes maneras- pudiera ser llevada a la incipiente teoría general de la relatividad de Albert Einstein, que parecía violar la (ley) de la conservación de energía”.
Noether desarrolló un teorema que es clave para entender la física de partículas elementales y la teoría cuántica de campos.
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“Cuando Einstein vio el trabajo de Noether sobre las invariantes, le escribió a Hilbert: 'Estoy impresionado de que esas cosas puedan ser entendidas de una manera tan general. La vieja guardia de Gotinga debería aprender algunas lecciones de la señorita Noether. Se ve que sabe de lo suyo'”, indica la biografía de APS.
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“Lo llaman el teorema más bello del mundo, pero no es solo que sea hermoso por las cuestiones de la simetría sino que es de una potencia matemática tremenda y de una potencia de cálculo fantástica”, indica (Manuel) Lozano (Leyva).
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Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, hubo algunos avances en materia de los derechos de las mujeres en Alemania.
“Noether recibió un pequeño salario en la Universidad de Gotinga en 1923”, señala Lucibella. “Sin embargo, nunca se le otorgó el rango de profesora titular”.
La mayoría de los estudiantes de la matemática eran hombres. Se les conocía como “Los chicos de Noether”, indica la Sociedad Estadounidense de Física.
Con el surgimiento del Nazismo en Alemania, Noether tuvo que abandonar la vida académica en su país debido a la puesta en vigencia de una ley que sacaba a los judíos de posiciones gubernamentales y universitarias, recuerda Lucibella.
Noether fue despedida de la casa de estudios de Gotinga.
“Inicialmente recibió a los estudiantes en su casa, pero finalmente fue forzada a abandonar Alemania, junto a muchos otros académicos judíos”, señala Lucibella.
Se fue a Estados Unidos, en donde continuó con su vida académica en el Colegio Bryn Mawr de Princeton y en el Instituto de Estudios Avanzados de esa ciudad.
En 1935, le detectaron un tumor en la pelvis. Fue operada y aunque la intervención fue un éxito, una serie de complicaciones la llevaron a la muerte cuatro días después.
Tenía 53 años.
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MARGARITA RODRÍGUEZ
“Emmy Noether, la mujer cuyo teorema revolucionó la física y a quien Einstein calificó de un absoluto ‘genio matemático’”
(bbc mundo, 13.03.17)
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