libreta chatarra: hilma af klint (I)

Hace un tiempo, publicamos la crítica de “Personal Shopper” (http://libretachatarra.blogspot.com.ar/2017/05/sos-vos-o-soy-yo.html). En la película, se menciona a Hilma af Klint, una peculiar artista sueca cuya historia merece contarse. En este post, daremos una breve reseña de su vida. Y mañana, seleccionaremos un puñado de sus pinturas.

Hilfma af Klint es la cuarta de los cinco hijos del Almirante, matemático y violinista amateur Fredrik Viktor de Klint y Mathilda Sontag. Hilfma nació el 26 de octubre de 1862 en Solna, Suecia. Desde joven se destaca por su habilidad para el arte plástico. En la Escuela Técnica aprende el arte del retrato y logra entrar a la Real Academia de Bellas Artes (uno de los pocos lugares en Europa que aceptaban mujeres en sus aulas), donde se graduará con honores.

En esos años de estudio, Hilfma af Klint participa de las sesiones espiritistas, siguiendo el clima de esos años por lo paranormal. Pero la muerte de su hermana Herminia, durante una epidemia de gripe en 1880, redobla el interés de Hilfma af Klint por esa materia y profundiza su estudio en esas disciplinas. Hilfma estuvo muy cerca de su hermana en el final y la ayudo a aceptar su muerte.

Hilma af Klint Foundation

Mientras Hilfma pinta los cuadros académicos que dictaba la ortodoxia de esos años y dibuja estudios anatómicos para un instituto veterinario, nuestra protagonista integra un grupo espiritista con otras cuatro amigas. Los Cinco es el nombre que tiene el grupo. En esas sesiones, las mujeres contactan a los Altos Maestros quienes las guían en el conocimiento de lo sobrenatural. Ellas empiezan a registrar sus experiencias en sus libretas de apuntes y comienzan a practicar el dibujo automático: ilustrar sin guiar conscientemente la mano que dibuja.

Con el tiempo, sus compañeras abandonarán el grupo, temerosas del mundo que se abría a su disposición. Hilfma seguirá con sus tarea.

Hilma af Klint Foundation

En 1898, muere su padre. Y Hilfma af Klint se muda con su madre, a la que cuida desde entonces.

En 1904, Amaliel, una de las entidades que la contactan, le ordena hacer pinturas en el plano astral con la idea de representar los aspectos inmortales del hombre. Hilfma af Klint acomete, un par de años después, su serie de pinturas que recibirá el nombre de “Pinturas para el Templo”. Hilfma confiesa que estas obras las realiza mediúmnicamente: hay un maestro que desde lo alto, toma el control de su cuerpo y realiza la obra.

Lo que llama la atención es que esta producción de Hilfma af Klint no es divulgada. Ella la mantiene oculta. Mientras, tiene una vida paralela de paisajes clásicos con los que se gana la vida y que le sirven para cuidar a su madre que ha quedado ciega.

Moderna Museet

En 1914, las obras naturalistas de Hilfma af Klint se exhiben en la Exposición del Báltico en Malmö; en la sección rusa de esta exposición, un tal Wassily Kandinsky presenta sus obras. El mismo Kandinsky que diría que en ese tiempo “ni un solo pintor utilizaba el estilo abstracto” considerándose el primer pintor abstracto de la historia. Obviamente, desconocía la existencia de Hilfma af Klint que se le había anticipado, sin preocuparse por publicitarlo.

En los años posteriores, Hilfma af Klint continúa con su obra metafísica que mantiene oculta. A la serie de “Pinturas para el Templo” siguen las series de “El Cisne”, “La Paloma” y “Parsifal”.

Su producción entre 1906 y 1915 es el núcleo principal de su trabajo. La simbología de la obra de Hilfma af Klint debe tomarse como un todo, siempre en relación con el contexto, que tienen como objeto transmitir los mensajes que recibía desde otros planos. La idea principal es que todo es uno, más allá de la dicotomía dualista del mundo visible. El Templo que enuncia su serie de pinturas, más que hacer referencia a un lugar físico, se refiere a la evolución espiritual.

El caracol o una espiral representaban evolución; Las duplas ojal/gancho, azul/amarillo, lirio/rosa son representaciones de la dualidad femenina y masculina; la letra W es materia, la U espíritu; la almendra o dos círculos superpuestos es vesica piscis, viejo símbolo para la unidad y la completitud; el cisne es lo etéreo; la paloma es el amor (otro símbolo cristiano); el triángulo equilátero desarrollo ascendente de los espíritus a través de las esferas; el triángulo invertido es el proceso inverso de descenso del espíritu al mundo material.

Hilma af Klint Foundation

En este período, según sus propias palabras, “las pinturas llegan directamente a través de mí, sin dibujos preliminares”. Trabaja en forma automática, sin saber lo que las imágenes dicen, con un trazo seguro y sin fallas: “sin cambiar un solo pincel”.

Posterior a 1912, aunque sigue en contacto con los Maestros, Hilfma af Klint interpreta las imágenes que ha recibido y agrega significado a su obra. Para 1917, el interés de la obra de Hilfma af Klint reside en la geometría abstracta del átomo. Y en paralelo, dicta sus pensamientos, lo que lleva a más de mil páginas mecanografiadas.

En 1920, uno de los años más creativos de Hilfma af Klint, el mismo en que fallece su madre. Hilfma af Klint viaja a Noruega y se une a la Sociedad Antroposófica. Y en viaje en Suiza, se entrevista con Rudolf Steiner, fundador de esta entidad. Durante años y en vano, Mondrian pugnó por entrevistarse con Steiner; éste aceptó reunirse con Hilfma y al ver su obra, le aconsejó ocultarla porque el mundo no estaba preparado para su mensaje.

De paso, Steiner pone en duda su práctica como médium. Este consejo la sume en una depresión y por una década deja de pintar y se dedica a cuidar a su madre.

Durante la siguiente década, Hilfma af Klint reside en Dornach (Suiza) y no hay registros de pinturas o escritos en esos años. Se dedica a estudiar la antroposofía y a seguir las conferencias de Steiner.

La influencia de su relación con Steiner se ve en su obra: deja de pintar composiciones geométricas y retrata la dimensión espiritual de la naturaleza, buscando representar como imágenes especulares el macrocosmos y el microcosmos. Y, más que estar pendiente de los dictados de los Altos Maestros, se entrega a seguir sus propios impulsos.

En 1932, Hilfma af Klint pinta un cuadro que puede ser interpretado como una profecía de la Segunda Guerra Mundial: un personaje sopla una bocanada de fuego sobre el mapa invertido de la Gran Bretaña, rodeada de la oscuridad que amenaza cubrir a la isla.

the guardian

Regresa a Suecia, al fines de la década del 20, residiendo en Upssala y luego en Lund, en casa de su primo, donde muere en 1944 a causa de un accidente de tránsito, a los 81 años de edad. Ese mismo año morirían, en una de esas concordancias cósmicas, Kandinsky, Mondrian y Munch.

Hilfma af Klint lega a su sobrino Erik sus más de mil obras y cientos de cuadernos pero agrega una condición: no puede difundirse su obra hasta por los menos veinte años después de su muerte.

Tal vez, efectivamente, el mundo no estaba preparado para la obra de Hilfma af Klint. Su sobrino se llevó a regañadientes la obra de la artista, más por complacer el recuerdo de la extraña tía, que porque le diera valor a su producción. El agricultor propietario de la tierra donde estaba la vivienda de Hilfma amenazó con quemar las obras si Eric (el sobrino de Hilfma) no se las llevaba.

La obra de Hilfma af Klint permaneció oculta durante años, enrollada en un ático con temperaturas extremas. Una pequeña exposición se vio en 1986 en Los Angeles, pero nadie se conmovió con esa muestra. En 2012 pasó por el Centro Pompidou, en 2013 por el Moderna Museet de Estocolmo y por las Serpentine Galeries de Londres, en la Hamburger Banhof de Berlín o el Museo Picasso en Málaga. El MoMa, por ejemplo, no la incluyó en una importante muestra que hizo en 2012 sobre los pioneros de la abstracción.

El más claro ejemplo de lo oculto y menospreciado que estuvo el arte de Hilfma af Klint lo expresa el hecho que, antes de la exposición en el Moderna Museet, su director, Daniel Birnbaum, recibió una caja gigante con la obra de la artista. “En su interior, encontré óleos y acuarelas, estudios botánicos de plantas, flores y semillas junto a incomprensibles diagramas matemáticos, así como unos 15.000 cuadernos que documentaban su proceso creativo” recuerda. Paradójicamente, esta misma institución rechazó en los años ’70, recibir las obras de la artista, legadas al sobrino y que ya ocasionaban un serio problema de espacio.

Hilfma af Klint era de baja estatura, apenas despuntaba del metro y medio, vegetariana, resuelta, vestía preferentemente ropas oscuras, con gran sentido del humor. Nunca se casó aunque hubo un hombre con el que anheló establecer una relación y cuyo fracaso la afectó fuertemente. “La vida es una farsa si una persona no sirve a la verdad” pronunció como un buen resumen de su vida.

Hilfma af Klint fue enterrada en el antiguo cementerio de la marina Galärvarvskyrkogården. Si la buscan, no encontrarán su nombre, sino el de su padre: sus restos han sido enterrados con los de su progenitor.

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