En el ritual masónico del Grado de Aprendiz, el centro geográfico del Templo reúne una inusitada concentración de símbolos. Allí, sobre el pavimento de mosaico se colocan tres columnas que representan a las energías primordiales que gobiernan la logía: La Sabiduría, La Fuerza y La Belleza.
En el borde occidental del pavimento se coloca una piedra informe, tosca, (…) la Piedra Bruta, junto a un mazo y un cincel, conjunto que, de alguna manera, representan el particular momento que vive el hombre en la noche de su iniciación. Momento que tiene ver con el comienzo de una transformación, una metamorfosis que lo llevará a una nueva dimensión de la vida y a una nueva valoración de si mismo.
(…)
Todas las herramientas del masón están vinculadas al trabajo sobre su propia piedra. El mazo que representa su voluntad, el cincel que simboliza su inteligencia; escuadra, nivel y plomada que le permitirán medir ángulos rectos; una regla que dividirá las horas del trabajo, el descanso y la meditación; una trulla que ayudará a dismimular con argamasa la rugosidad e imprerfección de sus hermanos y un mandil, símbolo supremo de su trabajo, cuyo carácter alegórico fue instaurado por los grandes Maestros Constructores de la Orden Benedictina en los albores de las primeras logias operativas medievales.
EDUARDO R. CALLAEY
“La masonería y sus origenes cristianos”
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