12.10.11
baila, baila, si no estamos perdidos
PINA 3D
data: http://www.imdb.com/title/tt1440266
Confieso mis limitados conocimientos del arte de la danza. Por eso, recién conocí a Pina Bausch cuando Almodóvar incluyó fragmentos de “Café Müller” en “Hable con ella”. Las imágenes me alucinaron lo suficiente para que su nombre sobresaliera en una de las mejores (si no la mejor) película del manchego.
Pina Bausch murió de un cáncer en junio de 2009. Wim Wenders estaba preparando un documental sobre ella, cuando la muerte truncó el propósito. Wenders ya estaba decidido a archivar el proyecto, cuando los integrantes de su compañía, la Tanztheater Wuppertal le pidieron al alemán seguir con la película. Ellos le pondrían el cuerpo, como tributo a la creadora.
Simultáneamente, el 3D adquiría mayor peso en el negocio cinematográfico, restringido a la animación y al cine pochoclo. Wenders se valió de esta nueva técnica para que la poética visual de Pina Bausch luciera en plena forma. Eso es “Pina 3D”, un documental para ver, en forma ineludible, en cine y en 3D.
Wenders estructura el relato con la sucesión de cuadros de las principales coreografías de Pina y los testimonios de sus bailarines quiénes aportan alguna anécdota clave sobre Bausch. Para quitarle el encierro del teatro, Wenders saca la cámara a las calles de Wuppertal, la ciudad alemana sede del ballet, donde murió Pina Bausch. Como ejemplo, cabe citar las escenas en el Schwebebahn, el tren colgante (¡gracias Roberto por la traducción!) que es uno de los símbolos de la ciudad.
Las imágenes de las coreografías de Bausch tienen una anormalidad en segundo plano, un comportamiento obsesivo compulsivo, metáforas subterráneas que remiten a la angustia y a la agresividad de la sociedad. Son imágenes fuertes, aunque no tengan una “traducción” racional. La mujer que carga con una planta, los pasos reiterados de la mecánica reiterada del abrazo y caída de una pareja, las sillas como una presencia opresiva, cuerdas que sujetan carreras interceptadas, paladas de tierra que cubren a bailarines.
Los ballets de Bausch se basan en movimientos repetidos, en cuerpos crispados. En algún momento del filme, uno de sus bailarines recuerda que Pina murió casi un año antes que Kazuo Ohno, el creador de la danza Butoh (ver: http://libretachatarra.blogspot.com/2009/10/recuperar-el-cuerpo.html). Es pertinente la asociación, sus bailes están impregnados de desarmonía, de espasmos, de muerte, soledad y dolor, de seres que se dan la cabeza contra una pared invisible. Arrugas, desaliño, sudor, manchas. El juego con elementos básicos (tierra, agua, piedras), obstáculos para los bailarines, interposiciones en sus movimientos, laberintos implícitos en el escenario.
Personalmente, las coreografías de Pina, me transmiten la misma sensación que me producen los cuadros de Magritte, ese clima de estar presenciando un sueño cuya normalidad es aterradora, precisamente, porque no se puede despertar. isualmente, sin entender los códigos de la danza, “Pina 3D” me llevó de la nariz, me hundió en sensaciones que no podía (ni quería) racionalizar y me sacudió emocionalmente. Es un logro de Wenders quien, concientemente, se aparta para dejar que la obra hable por sí misma.
Salí de ver la película de Wenders, un viernes lluvioso, al atardecer, del Village Recoleta. Los ángeles de las criptas del cementerio vecino, las luces en gasa de la calle Junín, las vidrieras del nuevo Mall, las texturas iridiscentes de las veredas. El mundo cotidiano se veía con dimensión, tacto, olores, precisiones. No creo que Pina Bausch haya sido neutral en esa observación que me acompañó a casa por unas cuantas cuadras.
Mañana, las mejores frases.
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