13.3.15

omm seti


historias de la historia

Dorothy Louise Eady nació el 16 de febrero de 1904 en Londres. Su vida está marcada por un hecho fortuito: a los tres años, rodó por unas escaleras y la dieron por muerta. La dejaron sobre la cama de sus padres y cuando vinieron a prepararla para los servicios fúnebres, la encontraron sentada en la cama, jugando tranquilamente.

Desde ese accidente, Dorothy alteró su conducta habitual. Tenía sueños, lloraba y pedía “volver a casa”. Describía paisajes y jardines de un hogar al que decía pertenecer. Y en la escuela religiosa, se negaba a cantar un himno religioso que tenía un verso descalificador hacia los egipcios. Y hablaba de una vieja religión.

A los cuatro años, sus padres la llevaron a visitar el Museo Británico y la pequeña Dorothy quedó extasiada con las imágenes del Imperio Nuevo que ostentaba el museo. “¡Éste es mi hogar!” expresó alegre y recorrió las salas, besando los pies de las estatuas egipcias. “¿Dónde están los árboles? ¿Dónde mis jardines?” exclamó.

Su entusiasmo conmovió a Sir E. A. Wallis Budge, egiptólogo del Museo, que la introdujo en el mundo de los jeroglíficos y del estudio del Antiguo Egipto. Dorothy creció entre los estudios de Egipto, desarrolló su veta artística de excelente dibujante y alternó en instituciones siquiátricas por sus episodios de sonambulismo y sus pesadillas.

A los quince años recibe la primera aparición del faraón Seti I. A los veintisiete empieza a trabajar en una revista de relaciones públicas de Egipto y allí conoce a quién será su marido, Eman Abdel Meguid, un estudiante egipcio. Se casa con él y en 1931 se muda a Egipto. Al llegar, Dorothy besa el suelo y dice que llegó a casa para quedarse. Dorothy queda embarazada y tiene un varón, al que llama Seti.

Antes de divorciarse de Meguid, empieza a recibir las apariciones de Hor-Ra, el Horus de los Dos Horizontes que personificaba al Sol en el Antiguo Egipto. Hor-Ra le dicta la historia de su vida. De su otra vida, cuando era Bentreshyt (“Arpa de la Alegría”), la hija de un soldado y una vendedora de verduras, internada como sacerdotisa del Templo de Kom-el-Sultan, en los tiempos del faraón Seti I, en el siglo XIII antes de Cristo. Cuando era una virgen consagrada del templo, conoció al faraón que se enamoró de ella. Tuvieron relaciones y Bentreshyt quedó embarazada. Esa situación hubiera sido un escándalo que afectaría al nombre del faraón, por lo que Bentreshyt se suicidó antes de llegar a juicio, dejando a salvo el nombre de Seti I.

Tras su divorcio, Dorothy se fue a vivir en las cercanías de las pirámides de Giza, donde conoció al arqueólogo Selim Hassan, volviéndose su asistente en el Departamento de Antigüedades de Egipto. Fue fundamental en las investigaciones de Hassan y de otros egiptólogos célebres como Ahmed Fakhry, por su buen manejo del inglés y su habilidad para el dibujo.

En esa época, Dorothy rendía culto a los antiguos dioses egipcios y efectuaba ofrendas a Horus al pie de la Esfinge. Provocó los murmullos de la población, pero como Dorothy era muy respetuosa de las creencias de la población, ayunando con los aldeanos en el mes del Ramadán, se ganó el aprecio de la comunidad.

En 1956, se acabó el proyecto que Fakhry desarrollaba, con lo que Dorothy quedó sin trabajo. Se le plantearon dos opciones: un puesto burocrático en la Oficina de Registros de El Cairo o un empleo mal pago como dibujante en la ciudad de Abydos. Con la aprobación de Seti I, Dorothy eligió esta última opción. La rueda del destino había cambiado, aconsejó el faraón, y éste sería el momento de la gran prueba.

Abydos no era un lugar más. Era el lugar donde vivió Dorothy cuando fue Bentreshyt. Y reconoció en las ruinas del templo de Seti I, su lugar. Puesta a prueba, reconoció a oscuras la ubicación de las pinturas murales. Afirmó la existencia de un jardín, al sudoeste del antiguo templo. Las excavaciones lo encontraron en el exacto lugar que lo predijo. Habló de un túnel en la parte norte del templo que fue identificado tras su muerte. Su afirmación de la existencia de una bóveda con escritos secretos de la época de Seti I espera aún confirmación.

Las ruinas del templo fue un lugar de paz y meditación para Dorothy. Allí efectuó las ofrendas periódicas a los antiguos Dioses que no eran servidos desde hacía siglos. Se hizo amiga de una cobra que venía todos los días a buscar comida.

En esa tierra, sobrevivió a la jubilación, recibiendo unas monedas de los turistas, viviendo modestamente en una choza precaria que le construyó uno de los guardias del templo.

Esa vivienda fue bendecida por la aparición de Seti I quien, en esa ocasión, contó cómo fue su único encuentro al dios Set. Tras diez días de ayuno, Seti I entró a la Capilla de la Gran Fuerza y recibió la aparición del dios, quien tenía una belleza increíble, imposible de describir. Sintió que el dios de risa burlona, era cruel y malvado, y lo abandonó, jurándose no servirlo más. “Uno no debe servir a un ser maligno” le dijo, evocando, Seti I,“aunque parezca tener una función o un atributo bueno o útil”.

En esa tierra es donde Dorothy empezó a ser llamada como Omm Seti, esto es Madre de Seti, su hijo, como suelen llamarse a las madres en árabe, con la mención de su descendiente.

En esas tierras, también, murió Dorothy Louise Eady, el 21 de abril de 1981, el día que Bentreshyt volvió a su hogar.

veritas
FUENTES:

Un artículo en el blog Veritas:
http://veritas-boss.blogspot.com.ar/2012/04/la-historia-de-dorothy-eady.html

La página de Dorothy Eady en Wikipedia en castellano:
http://es.wikipedia.org/wiki/Dorothy_Eady

y en inglés:
http://en.wikipedia.org/wiki/Dorothy_Eady

Un artículo en el blog “Historias de la historia”:
http://historiasdelahistoria.com/2015/03/03/la-increible-historia-de-omm-sety-y-sus-descubrimientos-arqueologicos

Un artículo de John Anthony West en el “New York Times”:
http://www.nytimes.com/1987/07/26/books/she-had-her-life-to-live-over.html

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