2.1.16
frases de “La Guerra de las Galaxias: El Despertar de la Fuerza”
Viajé muy lejos y vi mucho como para ignorar la desesperación de la galaxia. Sin los Jedi, no puede haber equilibrio en la Fuerza.
-Mira lo anciano que estás.
-A ti te ha pasado algo mucho peor.
-Sabes por lo que he venido.
-Sé de dónde vienes. Antes te hacias llamar Kylo Ren.
¿Quién comenzará a hablar? ¿Tú o yo?
El droide no está en venta.
-¿Así que estás con la Resistencia?
-Obviamente.
-¿Qué tan malo es?
-Si queremos vivir no es bueno.
Chewie... Estamos en casa.
Dile que Han Solo recuperó para siempre el “Halcón Milenario”
-¿Éste es el “Halcón Milenario”? ¿Eres Han Solo?
-Solía serlo.
-¿Han Solo, el agente de la Rebelión?
-No. El contrabandista.
-¿Qué vas a hacer?
-Lo mismo de siempre. Salir de esto. Sí. Lo hago. Siempre.
-Chicos, ambos van a tener lo que les prometí. ¿Alguna vez les fallé?
-Sí. Dos veces.
-¿Cuál fue la segunda vez?
-Tu truco es viejo. No queda nadie a quien puedas estafar en la galaxia.
-Cuidado con el impulso. Saldremos a la velocidad de la luz.
-¿Desde el hangar? ¿Es posible?
-Nunca me pregunto eso hasta haberlo hecho.
Vamos, nena, no me defraudes.
-Él no significa nada para mí.
-Hasta ti, maestro de los Caballeros de Ren, nunca afrontaste una prueba semejante.
-Por la gracia de su entrenamiento, no seré seducido.
-Veremos.
-¿Los Jedi eran reales?
-Solía preguntármelo. Pensé que eran pavadas. Un poder mágico uniendo bien y mal, el Lado Oscuro y la Luz. Lo raro es... que es verdad. La Fuerza. Los Jedi. Todo eso. Es todo verdad.
-¿Acabas de llamarme Solo?
-Lo siento, Han. Señor Solo.
Las mujeres siempre descubren la verdad. Siempre.
La siento otra vez. La atracción hacia la luz. El Líder Supremo lo detecta. Muéstramelo otra vez. El poder de la oscuridad. Y no dejaré que nada se interponga en nuestro camino. Muéstrame... abuelo... y terminaré lo que empezaste.
-Estuviste mucho tiempo escapando de esta lucha, Han. Vuelve a casa.
-¿Qué lucha?
-La única lucha. Contra el Lado Oscuro.
-A través del tiempo, vi a la maldad tomar muchas formas. Los Sith. El Imperio.
Hoy, es la Primera Orden. Su sombra se esparce por toda la galaxia. Tenemos que enfrentarlos. Combatirlos. Todos nosotros.
-No hay ninguna lucha contra la Primera Orden. Nadie puede ganar.
Si vives lo suficiente, ves los mismos ojos en distintas personas. Estoy mirando los ojos de un hombre que quiere huir.
No soy de la Resistencia. No soy un héroe. Soy un Stormtrooper. Como a todos ellos, me tomaron de una familia que nunca conoceré. Y me criaron para hacer una cosa. Pero en mi primera batalla, tomé una decisión: no iba a matar para ellos.
Así que huí. Hacia ti. Y me miras como nunca nadie lo hizo. Tenía vergüenza de lo que era. Pero terminé con la Primera Orden. Nunca voy a volver.
Ese sable de luz era de Luke. Y antes de su padre. Y ahora, te llama.
Querida niña, veo tus ojos. Ya sabes la verdad. A quienes estás esperando en Jakku... no volverán.
La pertenencia que buscas no está en el pasado si no en el futuro.
No soy un Jedi, pero conozco la Fuerza. Se mueve a través y rodea a todo ser vivo. Cierra los ojos. Siéntela. La luz siempre estuvo allí. Te guiará.
-El sable. Tómalo.
-No lo tocaré nunca más. No quiero ser parte de esto.
-¿Qué es?
-Era la República. La Primera Orden la destruyó.
¡Han Solo! Soy yo, C-3PO. Quizás no me reconozcas por el brazo rojo.
-Te cambiaste el peinado.
-La misma chaqueta.
Lo ví. Leia, vi a tu hijo. Estuvo aquí.
-Estoy tratando de ser útil.
-¿Cuándo hiciste algo útil? Aparte de la Estrella de la Muerte.
Sé que cada vez que... cada vez que me miras te acuerdas de él. ¿Crees que quiero olvidarlo? Quiero que vuelva.
Hay mucho de Vader en él.
-Si Luke no pudo llegar a él, ¿cómo podría hacerlo yo?
-Luke es un Jedi. Tú eres su padre. Todavía hay luz dentro suyo, lo sé.
Estás tan sola. Con tanto miedo de irte. A la noche, desesperada por dormir. Imaginas un océano. Lo veo. Veo la isla. Y a Han Solo. Sientes que es el padre
que nunca tuviste. Te decepcionaría.
Tú. Tú temes. Que nunca serás tan fuerte como Dark Vader.
La chatarrera.... ¿te resistió?
La Primera Orden está cargando el arma otra vez. El próximo blanco es nuestro sistema.
-¿Sabes? No importa cuánto peleemos, siempre odio verte partir.
-Por eso lo hice. Para que me extrañaras.
-Te extrañé.
-No todo estuvo mal, ¿no?
-Algunas cosas estuvieron... bien.
Si ves a nuestro hijo... tráelo a casa.
Recuerden, cuando el sol se apague esa arma podrá disparar. Pero mientras haya luz, tenemos una oportunidad.
-Sácate la máscara. No la necesitas.
-¿Qué crees que verás si lo hago?
-La cara de mi hijo.
-Tu hijo no existe más.
-Ven a casa. Te extrañamos.
-Me estoy haciendo pedazos. Quiero librarme de este sufrimiento. Sé lo que tengo que hacer, pero no sé si tengo la fortaleza. ¿Me ayudarás?
-Sí. En lo que sea.
-Eres un monstruo.
-Ahora sólo somos nosotros. Han Solo no puede salvarte.
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