14.10.16
matasiete
diego perrota
(universidad nacional del litoral)
Fanfarrón, rufián; espadachín y bravucón que se precia de guapo y valiente, tratando así de meter miedo en el cuerpo a quienes se relacionan con él. Juan Ruiz de Alarcón, dramaturgo del primer tercio del siglo XVIII, tiene esta bonita forma de utilizar el vocablo:
Ya se salen de Segovia
quatro de la vida airada,
el uno era Pedro Alonso,
Camacho el otro se llama;
el tercero es Jaramillo,
y Cornejo es el que falta:
todos quatro matasietes
valentones de la fama.
También se da este nombre a los que presumen de lo que obviamente no pueden ser (…); a éstos se les da el nombre con retintín o antífrasis, para reírse de ellos. Se utilizaba en tiempos de Cervantes, y era término popular entonces. Quevedo, en tono festivo burlesco, introduce así el término:
Hallóse allí Calamorra,
sobre fino matasiete
bravo de contaduría,
de relaciones valientes.
Juan Hidalgo, en su Vocabulario de Germanía (1609), recoge el siguiente uso:
Puse pies en polvorosa
y del peligro afuféme,
dexando mi hembra a cargo
de un temerón matasiete.
Hoy es voz en desuso, pero no el personaje, que ha sobrevivido en el lenguaje de algunos cuentos para niños, donde conserva valor despectivo.
PANCRACIO CELDRÁN
“Inventario general de insultos”
fuente: https://issuu.com/virginia-lusarreta/docs/libro_de_los_insultos_1_
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