2.5.18
en busca de vinland (II)
El renovado interés en las Sagas condujo a la investigación para determinar la ubicación de Vinland.
Las referencias a uvas en las Sagas parecían señalar a Massachusetts, en la línea septentrional para su crecimiento a 420 N. Cape Cod parecía adecuarse a las condiciones requeridas para Vinland. Sobre la costa oriental norteamericana, los salmones no se encuentran hacia el sur ni las uvas hacia el norte. Los estrechos poco profundos, que ahora se denominan Nantuchet y Vineyard, parecían adecuarse a las descripciones de las Sagas, como también la afirmación de que en el día más breve del año, el sol era aún visible a la hora de la comida nocturna de los escandinavos, que se tomaba a las 4.30 de la tarde. Ese día el sol se pone a esa hora en Boston, sesenta y cuatro kilómetros al norte. Pero otra aseveración parecía no concordar con lo que se sabía de la antigua historia de la región. Los colonos ingleses que llegaron en 1639 encontraron a los indios locales. Estos no usaban botas de piel.
(…)
Cape Cod no era Vinland. El indicio de la “uva” sobre el que se basaba en buena medida la identificación, se reconoce ahora como engañoso. Además, Vinland no pudo haber estado tan al sur.
Este es el momento propicio para introducir al hombre que resolvió el enigma de Vinland. Un abogado noruego que se convirtió en explorador, Helge Ingstad, vivió con una tribu esquimal en el Ártico y se desempeñó como gobernador noruego de Groen1andia Su interés en los antiguos asentamientos escandinavos lo llevó a buscar Vinland (Westward to Vinland, 1969). En primer lugar, Ingstad estudió las Sagas.
Observó que los hombres que reconocían las “uvas” no eran escandinavos. Uno era un “sureño”, probablemente un alemán, y los otros dos eran descritos como “escoceses”. Parecía que el narrador posterior había elegido a esos “extranjeros” para demostrar el descubrimiento de uvas, porque los escandinavos no habrían sido testigos confiables. Otra rareza llamó la atención de Ingstad. En uno de los viajes se encontraron las uvas en la tierra que estaba al norte de Vinland y se las recogió en invierno. Este episodio tenía todas las características de un cuento de hadas. ¿Es que la tradición oral sólo había dicho que los exploradores hicieron vino? ¿Habían supuesto los narradores posteriores que eso significaba que los escandinavos habían hallado uvas?
lngstad notó que en la literatura antigua, del Pentateuco en adelante, a menudo se asociaba a las uvas con las tierras lejanas. Las uvas silvestres y los campos de grano eran abundantes en las fabulosas Islas Afortunadas. Densos bosques de “vides” crecían en las tierras descritas en las leyendas irlandesas de St Brendan del siglo VI. En la opinión popular, se esperaba que los exploradores encontraran uvas, así como hoy se les preguntaría si habían hallado petróleo.
Ingstad razonó que los escandinavos habían encontrado moras silvestres, con las que hicieron vino. Esas “uvas” eran probablemente similares a las “moras de vino tinto” que el viajero William Alexander encontró en Nueva Escocia en 1624. Esas moras se cultivan en todo el Canadá marítimo, son rojas y sabrosas y se asemejan a las grosellas europeas. Aún se hace vino con esas moras en Terranova.
También pudo llevar a confusión el uso de la palabra escandinava vinboer para describir esas moras. No se seguía que “Vinland” significaba “1a tierra de las uvas”. De haberse escrito la palabra vinboer con una “i” larga, habría significado “pastura”. Los escandinavos hallaron madera y buenas pasturas en Vinland. Por lo tanto, habría sido natural que llamaran al lugar "Tierra del pasto".
Otro factor parecía localizar a Vinland muy al norte de Cape Cod. Los escandinavos eran experimentados marinos. En las Sagas pueden aparecer oscuras otras cosas, pero la dirección de sus viajes debía ser exacta.
Los exploradores escandinavos utilizaron naves similares al Knarr, el buque mercante de gran tamaño empleado por los groenlandeses, y al Gokstad, desenterrado al sudeste de Noruega en 1880. Fue construido a mediados del siglo IX y tenía 23,25 metros de largo y 5,10 de ancho en su punto de mayor amplitud. Llevaba un mástil y un aparejo de cruzamen y era impulsado por 16 remeros a cada lado. El noruego Magnus Andersen navegó en una réplica a través del Atlántico en 1893. Mantuvo una velocidad sorprendente, un promedio de cinco a seis nudos, y a veces hasta once. Al mantener tal velocidad promedio y aprovechar las corrientes, a lo que eran afectos, los escandinavos debieron navegar unas 150 millas cada veinticuatro horas. Utilizaban la palabra dogr para describir un día de navegación. Según las Sagas pocos dogrs eran necesarios para llegar a Vinland.
Por ejemplo Barni, el descubridor accidental del Nuevo Mundo, al no encontrar Groenlandia avistó una tierra y continuó la navegación por dos días antes de divisar otra. Tres días más de viaje lo llevaron a una tierra cubierta de glaciares. El navegaba de sur a norte y cuatro días de viaje lo acercaron al extremo meridional de Groenlandia. Había navegado nueve días desde la tierra que divisara al principio. Esta parece haber sido la posterior Vinland. Leif viajó en dirección opuesta a Barni. La primera tierra que halló estaba cubierta de enormes glaciares, una descripción que se adecua a Baffin.
Esa isla habría sido su primera recalada natural, porque la corriente habría llevado su nave hacia el norte hasta el estrecho de Davis, y a través de este por su punto más angosto.
De Helluland Leif viajó a Markland, donde observó sus extensas playas blancas y sus bosques, una descripción que concuerda con la costa de Labrador. Llegó a la tercera tierra después de navegar por dos días. Así, Vinland, no estaba lejos al sur de la segunda tierra.
RUPERT FURNEAUX
“Los grandes enigmas del universo”
(Continúa mañana)
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