25.6.13
¿qué es lo que ven cuando ven los críticos?
EL HOMBRE DE ACERO
data: http://www.imdb.com/title/tt0770828
Hace tiempo, en este espacio de críticas cinematográficas, decidimos contar sólo aquellas películas que nos llaman la atención, aquellas obras que tienen alguna idea que vale la pena destacar. Y optamos por no publicar críticas de aquellas películas que no nos aportan nada nuevo. El objetivo era no repetir las críticas y no aburrir con la queja constante de esto está mal y esto otro está peor.
Muchas veces, en los últimos tiempos, hemos ido a contramano de la opinión general de los críticos locales. Pero en los últimos tiempos, la divergencia ha llegado a niveles cercanos al estupor. La última semana hicimos una crítica relativamente benévola de “Después de la Tierra” de M. Night Shymalan (http://libretachatarra.blogspot.com.ar/2013/06/en-defensa-de-m-night-shyamalan.html) ridiculizada por la crítica local; ahora, tras “El Hombre de Acero” nos vimos obligado a romper con este criterio de publicar críticas de sólo aquellas películas que tienen algo para rescatar. Esta versión de “El Hombre de Acero” es tan chapucera, tan endeble en su construcción, con actuaciones y diálogos tan malos, que llama la atención el fervor de la crítica argentina. Así que vale pegarle una mirada y señalar algunas incoherencias de la forma de hacer crítica en la Argentina.
A ver, la crítica tiene una dosis elevada de subjetividad. Eso está claro. Pero ser un crítico profesional no significa validar todo lo que a uno se le ocurra. Sino que debería poder justificar el criterio que se está utilizando para aseverar la bondad o no de una película. Sino no es una crítica, es un capricho.
Hagamos un ejercicio conjunto. Busquen en el sitio “todas las críticas”, las reseñas dedicadas por los principales críticos del país a “El Hombre de Acero”. Acá está el link:
http://www.todaslascriticas.com.ar/pelicula/el-hombre-de-acero
De las 52 críticas reseñadas en el sitio, sólo 4 fueron desfavorables a “El Hombre de Acero”. Si se toman el trabajo de pegarle una mirada a algunas firmas célebres, leerán entre líneas que la película es un bodrio pero que hacen un esfuerzo para mostrar agrado. El actor es de madera, al filme le falta grandeza, la estética es pobre, hay muchos baches en el guión… ¡pero la película es excelente! ¿Perdón? ¿Cómo se deduce una cosa de la otra?
“El Hombre de Acero” es un filme hecho a las apuradas. Tiene algunas fallas de mal guión muy ostensibles. En especial, personajes que relatan en largos parlamentos lo que ha pasado. Muchas de las intervenciones de Rusell Crowe son un buen ejemplo de este mal hábito de guionistas perezosos.
La trama va a los saltos, en forma caprichosa. Tenemos hasta algunos detalles inverosímiles (dentro del género, claro) como personajes que se quedan mirando en la calle como se les vienen encima los edificios. Toda la secuencia de Laurence Fishburne escapando por la ciudad que se cae a pedazos, roza el ridículo. Otro ejemplo de decisión arbitraria y no funcional al guión: ¿para qué se lleva el General Zod a Lois Lane a la nave espacial? ¿Por qué me piace? Agregue otra: se cagan a golpes volando por toda la Tierra, pero siempre caen a los pies de los amigos de Superman para que vean lo que pasa. Mucha casualidad, aún para películas de superhéroes.
La estética del filme es muy pobre. No hay imágenes potentes, la paleta de colores es apagada, ni siquiera luce el 3D. Y las escenas de acción cansan en su vértigo desbocado sin sustento dramático. No importa cuantas veces se peguen Zod y Superman: lo que aburre es que no hay un conflicto que mantenga el interés.
La frutilla del postre es la pésima actuación de Henry Cavill quien jamás, pero jamás, produce la mínima emoción en su composición. El tipo puede ser un lindo guacho, pero eso no alcanza. Y su interacción con Amy Adams es nula en términos de química actoral. No funciona. Nada. En absoluto.
Bueno, pese a este compendio de claras fallas, la crítica se apuró a declarar el éxito de la película y que seguirán más capítulos. Parece tan apurado este juicio como lo fue el vendaval destructivo a la experiencia de Bryan Singer hace 7 años (http://libretachatarra.blogspot.com.ar/2006/07/el-retorno-del-hroe.html) que nos pareció muy pero muy superior.
Pregunto, entonces, ¿cuál es el criterio utilizado para analizar un filme? ¿Por qué estas fallas (admitidas en muchas de las críticas) no cuentan para decir que ésta es una gran película pero sí son decisivas para hundir buenas historias como “Después de Tierra”? ¿Dónde está la razón del capricho al juzgar?
Sospechamos que hay un poco de esnobismo. Cuando la decisión de juzgar si algo es bueno o malo roza la arbitrariedad, se detenta cierto poder de autoridad. La tribu de críticos tal es tan pero tan brillante que entiende lo que el resto de nosotros no. Y tal conocimiento es inefable. Así que sólo debemos asentir y aceptar que no sabemos un catzo de cine. Que ellos sí. Nosotros, no. Como esas crípticas reseñas gastronómicas o enológicas, a veces la oscuridad al explicitar los criterios de selección tiene el fin de reservar la potestad de creerse superior al resto incapaz de entender lo que únicamente ellos entienden.
No descarto, por supuesto, intereses comerciales. Tal vez sea la variable decisiva. Pero la contradicción entre lo que se ve y lo que recomiendan es tan grande que, alguna vez, habría que preguntarles qué es lo que ven cuando ven una película.
Sería un interesante debate. Si es que ellos están dispuestos a explicar sus críticas.
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